Pola de Allande

Los vecinos de Pola de Allande y sus alrededores escucharon ayer domingo, sobre las cinco menos diez de la tarde, un fuerte ruido proveniente de un terremoto de magnitud 2,3 grados que se registró a 12 kilómetros de profundidad. "Fue como un trueno muy fuerte, que duró sobre un minuto", explica Ilia García, vecina de Pola de Allande, que en ese momento no se imaginaba que podía ser causado por un terremoto. "Pensé que era algo que llevaban arrastrando por la carretera, un trueno, un avión o helicóptero que pasaba muy bajo, pero no supe hasta hoy que había sido un terremoto", detalla.

El profesor del departamento de Geología de la Universidad de Oviedo, Carlos López, se sorprende que dada la profundidad del terremoto y su baja intensidad los vecinos de la zona pudieran haberlo percibido. Además, asegura que en la zona de Cangas del Narcea y Allande son comunes estos movimientos sísmicos y apunta que desde 1980 se vienen registrando uno o dos terremotos al mes en el Suroccidente.