Solo hay dos excepciones a la norma de Tráfico que responsabiliza a los conductores de los accidentes que puedan sufrir debido a la irrupción en la carretera de animales salvajes: que no haya señal que advierta del paso de esas bestias y que no exista valla de seguridad o ésta se encuentre rota y no haya sido reparada de forma diligente. Pues precisamente esas dos circunstancias son las que han hecho que el Juzgado Central Contencioso Administrativo número 1 de la Audiencia Nacional haya condenado el pasado jueves al Ministerio de Fomento como responsable del accidente que sufrieron tres jóvenes el 19 de noviembre de 2015, en la rotonda de Barres (Castropol), en la Autovía del Cantábrico (A-8).

El siniestro se produjo a eso de las diez y media de la noche, en un tramo en el que había farolas de iluminación, pero apagadas, según consta en el atestado. El coche estaba en la misma glorieta cuando de repente un jabalí cruzó la carretera. El conductor no pudo esquivarlo y chocó contra el animal. Los tres ocupantes del vehículo sufrieron lesiones de consideración, sin olvidar los daños causados en el vehículo. Los heridos, cuyos intereses defiende el letrado Juan Rivera López, del despacho Ecolegal Abogados de Oviedo, reclamaron inicialmente al Principado, pero éste respondió que la carretera en la que se había registrado el accidente era de titularidad estatal. Presentaron entonces una reclamación de cantidad ante el Ministerio de Fomento, denegada por silencio administrativo. Entonces decidieron interponer una demanda ante la Audiencia Nacional.

En el fallo, el tribunal constata que, en el punto kilométrico donde se produjo el accidente (501,200) no existe señal alguna de "paso de animales en libertad". Para que se instale esa señala, el paso de animales debe ser "frecuente", "un término jurídico indeterminado", resalta el fallo, toda vez que no establece el grado de reiteración del mismo. No obstante, en el presente caso se pudo aportar un informe del destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Luarca, según el cual, en las inmediaciones de la rotonda de Barres, se produjeron un total de nueve accidentes con animales entre el 1 de enero de 2015 y el 9 de junio de 2016. El jefe de área de Explotación y Conservación de la demarcación de carreteras, a la vista del informe de la Guardia Civil, estimó conveniente la instalación de una señal. Por tanto, para el tribunal queda acreditada la necesidad de una señal de aviso.

También quedó probado que, en la fecha del accidente, había torturas en la malla de seguridad de la Autovía. El jefe de área de explotación y Conservación indicó que, efectivamente, la malla fue reparada entre el 16 y el 20 de noviembre de 2015, y se amplió posteriormente. Ante esto, el tribunal condena a Fomento a pagar casi 7.000 euros al conductor del coche, y poco más de 4.000 euros a los dos jóvenes que le acompañaban.