"El Model's es el mayor prostíbulo de Asturias sin ninguna duda, y esto le consta a la Guardia Civil de Oviedo y de Gijón; y si se está dentro hay que ser ciego para no ver lo que hay". Así de rotundo se explicó ayer un agente de la Benemérita durante su declaración en la Audiencia Provincial en el juicio que se sigue contra quien era dueño del club en 2013 y su encargado, acusados por la Fiscalía de sendos delitos continuados contra los derechos de los trabajadores al descubrir ese año a un total de 62 mujeres trabajando en el local sin estar dadas de alta en la Seguridad Social y algunas sin permiso de trabajo ni residencia en España.

El ministerio público solicita tres años de prisión para cada uno y el cierre del Model's durante dos años. Ambos acusados ya fueron juzgados la semana pasada por hechos similares, aunque ellos mantienen que el club es una sala de fiestas en la que se sirven copas y hay música. Lo mismo que declararon sus camareros.

Algunas de las chicas declararon abiertamente que se dedicaban al alterne, pero otras declararon durante las entrevistas con agentes de la Guardia Civil que eran damas de compañía, limpiadoras, cocineras e incluso alguna dijo ser ama de casa. Su ropa no indicaba lo mismo, según los agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil que declararon ayer, ya que se limitaba a tangas, bikinis, transparencias, shorts... Todos coincidieron en que en el Model's se ejerce el alterne y la prostitución. Incluso indicaron que al pedirles la identificación, la mayoría de ellas tenían que ir a buscarla a las taquillas e incluso a las habitaciones, de las que también vieron bajar a algunas de ellas acompañadas por varones.

Los presuntos delitos se descubrieron en dos inspecciones, en junio y en diciembre de 2013, en las que participaron los dos cuerpos de seguridad además de la Inspección de Trabajo. El entonces propietario del club aseguró desconocer "lo que pasó allí porque estaba fuera atendiendo otros negocios". Por su parte, el otro encausado, encargado del local, afirmó ser el jefe de sala y que su trabajo se resumía en dirigir y coordinar a los camareros y gestionar la bebida. También añadió que "todas las mujeres" que estaban en el club "eran clientas". Ambos negaron las acusaciones.