Golpe de la Guardia Civil de Gijón al tráfico de marihuana. En apenas un mes ha desmantelado cinco plantaciones en tres fincas de Piloña, Llanes y Soto del Barco. Los agentes se incautaron de nueve kilos de marihuana ya arrancada de las plantas y otras 227 plantas, con otros 240 kilos de peso. La droga incautada está valorada en 13.500 euros. Han sido detenidas seis personas de entre 63 y 18 años.

La primera operación se produjo el 5 de septiembre, cuando una patrulla de Infiesto localizó a tres personas en una zona boscosa entre Villamayor y San Miguel. Llevaban recipientes con agua, una mochila y un machete de unos 30 centímetros. Tras seguirlos, los agentes localizaron un cultivo con 32 plantas y un peso de 35 kilos. Semanas después detuvieron a un vecino de Infiesto, J. A. G., de 22 años.

Días más tarde, el 16 de septiembre, era localizada otra plantación en una huerta de Biedes, también en Piloña, oculta en un maizal rodeado a su vez por una malla para impedir su avistamiento. En este caso se trataba de cuatro plantas con un peso de 1,2 kilos. El cultivador, G. S. M., de 63 años y vecino del concejo, fue detenido y puesto en libertad tras prestar declaración en el cuartel.

Tan sólo un día después, escondida tras unos frutales en Lozana (Piloña) fue hallada una tercera plantación. Un total de 70 plantas de gran tamaño y 90 kilos de peso, plantadas alrededor de un huerto, en el que incluso había instalados dos invernaderos, y hasta un sensor de movimientos. Fue detenido el propietario, J. A. F. A., de 57 años. En el registro de su casa se hallaron utensilios para el cultivo de la droga, como bombillas de gran potencia (para el invernadero), dos machetes, varias cajas y bolsas de plástico para distribuir la droga y dos básculas, así como 310 euros efectivo y seis kilos de marihuana distribuidas en bolsas de basura.

Además, a principios de septiembre, la Guardia Civil de Llanes supo de una plantación de marihuana en la zona costera del concejo. El 16 de septiembre se logró dar con ella. Se trataba de una finca cercana a los bufones de Pría, cercada con espeso matorral de unos 3 metros. Además, a la entrada había herramienta y pinchos para dificultar la entrada. En su interior, las plantas se hallaban etiquetadas y clasificadas, distribuidas a su vez por zonas, una de cultivo en la que había 40 plantas grandes, otra donde tenía dispuestas 32 de menor tamaño para su trasplante a zona de cultivo y otra destinada a semillero con 70 esquejes. Fue detenido E. D. V. G., ovetense de 47 años.

Finalmente, el 17 de septiembre, una llamada anónima al cuartel de Piedras Blancas alertó de otro cultivo en El Castillo (Soto del Barco). Los agentes observaron unos invernaderos en la parte trasera de una vivienda unifamiliar, de los cuales se desprendía un fuerte olor a cannabis. En tres de ellos había 49 plantas de unos dos metros de altura y otros 19 maceteros con los tallos de las plantas cortadas. Los dos arrendatarios de la vivienda habían habilitado una habitación como "secadero", donde había 3 kilos de cogollos. Fueron detenidos J. M. B. G., de 38 años y de A. B. B., de 18.