Algo tiene ese tramo que impulsa a los conductores a poner el coche a una velocidad de fórmula 1. La Guardia Civil ha dado con un conductor cántabro que se grabó a sí mismo -y lo que es peor, lo colgó en las redes- circulando a 272 kilómetros por hora en la misma recta burgalesa de la Autovía del Camino de Santiago (A-231) en la que hace unos años, en febrero de 2006, cogieron a un vecino de Villayón conduciendo a 260. Huelga decir que el tramo está limitado a 120. El cántabro ha pulverizado un récord difícil de igualar.
La recta en cuestión está entre Melgar de Fernamental y Olmillos de Sasamón. El cántabro se grabó entre los kilómetros 123 y 124, a la altura de Padilla de Abajo. Al asturiano, C. G. S., le captó un radar un poco más allá, en el kilómetro 128, a la altura de Las Zurcillas, cuando se dirigía a bordo de un Audi A-8 hacia Burgos.
El Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico de la Guardia Civil de Burgos dio con el vídeo del cántabro mientras realizaba un chequeo preventivo y rutinario en redes sociales. Los agentes pudieron determinar que las imágenes fueron grabadas el pasado 2 de noviembre, a las diez y diez de la mañana. También su pudo localizar la cuenta de Instagram desde la que habían sido "colgadas" las imágenes e identificar al conductor. El velocímetro del vehículo, un "crossover" deportivo de 500 caballos.
Los agentes localizaron el vehículo, que estaba a la venta. Su cuentakilómetros había sido manipulado, supuestamente con la intención de ocultar el hecho y dificultar su esclarecimiento.
El cántabro podría ser acusado de conducción temeraria, como ya fue acusado el villayonense C. G. S., aunque éste tuvo bastante suerte. Aunque la pena solicitada inicialmente por el fiscal era de dos años de cárcel, un juzgado de lo penal burgalés le condenó a seis meses, y dos años de retirada del carné. El acusado, defendido por José Carlos Botas, recurrió ante la Audiencia burgalesa, que acabó absolviéndolo. Y es que el tribunal consideró que su "conducta temeraria" no supuso un "peligro concreto" para nadie.
