Un hombre del norte de Francia fue imputado ayer tras reconocer haber cometido unas cuarenta violaciones desde los años noventa. El hombre, un padre de familia de 57 años, con nietos, y residente en Pont-sur-Sambre, fue identificado en el marco de una investigación que empezó en 1996 con la denuncia de 19 víctimas, algunas menores. La semana pasada volvió a agredir a una mujer, esta vez en Bruselas. Gracias a la matrícula de su coche pudo ser identificado por la Policía judicial de Lille. Atacaba las mujeres por la espalda, por la mañana temprano, llevaba guantes y tenia la cara cubierta, a veces con un gorro. Aseguró no poder controlarse.