"Se mató, se mató en el sitio más fácil y cuando ya bajábamos". Ésta fue la frase que escucharon los miembros del equipo de rescate del 112 y el guarda del refugio del Urriellu al escalador que acompañaba a Mariano González Tejada, el ingeniero, ecologista y montañero madrileño de 38 años que perdió la vida el sábado al precipitarse al vacío unos 300 metros cuando descendía del Picu Urriellu (Naranjo de Bulnes) tras coronar la cumbre.

Su muerte ha provocado una enorme conmoción entre las organizaciones ecologistas, ya que era un conocido activista, coordinador estatal de movilidad de Ecologistas en Acción y desde hace un par de años colaboraba también en Greenpeace. Hace unos meses visitó Avilés de la mano de Ganemos para impartir una conferencia sobre calidad del aire en las ciudades.

"Nadie vio nada, porque el accidente fue en la cara sur del Picu Urriellu, al otro lado de donde está el refugio, y los dos escaladores estaban solos". Íñigo Garmilla es el guarda del refugio de Urriellu que estaba al tanto de las instalaciones cuando el sábado perdió la vida Mariano González. "Había bastante gente por aquí porque el sábado fue uno de esos pocos días que hay en primavera para poder andar con esquís. Pero nadie se enteró de nada", aseguró. Según los primeros indicios, habría resbalado al pisar un nevero, ya que a esa altitud, más de 2.000 metros, todavía hay mucha nieve acumulada.

Equipamiento

Mariano González y su compañero llegaron al refugio el viernes por la noche, para iniciar el ascenso el sábado por la mañana. "No me dio tiempo casi ni a hablar con ellos. Llegaron a última hora, cuando ya estaba cerrando, y por la mañana se levantaron pronto. Venían bien equipados, con todo lo necesario, y son de los escaladores que traen además su desayuno, su comida... Se veía que estaban acostumbrados a realizar este tipo actividades y que tenían experiencia", aseguró Íñigo Garmilla.

Francisco Ramos, portavoz de Ecologistas en Acción en Asturias, conocía personalmente a Mariano González, porque era el coordinador del informe anual que Ecologistas en Acción elabora sobre la calidad del aire y especialista en transporte. Ayer se sumó a "la rabia y la pena" expresadas por la organización en su página web. "Era un chaval muy listo, ingeniero de caminos, y creador de varios proyectos de economía colaborativa porque, como él decía, era una de sus pasiones junto con el ecologismo social y las montañas", añadió. De hecho, señaló que por su experiencia "era uno de los compañeros que se dedican a escalar edificios o infraestructuras para colocar nuestras pancartas reivindicativas y de defensa".