Un ciudadano ruso de 63 años falleció ayer por causas naturales cuando acababa de iniciar la ruta del Cares desde Poncebos, a la altura de Los Collaos, todo indica que por un sobreesfuerzo. Se trata de la segunda persona que fallece en la ruta desde el pasado mes de junio, cuando una montañera vasca cayó de cabeza en las inmediaciones de la pasarela de los Martínez, a unos cuatro kilómetros de Caín. Y es la tercera persona que ha fallecido en la montaña este verano, contando el montañero langreano que se despeñó en un barranco al sur de la Llosa de Viango, en Llanes.

En el caso del ciudadano ruso, había iniciado la ruta en Poncebos a las nueve y media de la mañana, junto a unos familiares. Hacia las diez se paró y se sentó un momento para recuperar el resuello, tras subir la empinada cuesta de Los Collaos. Aparentemente estaba en buen estado, aunque en ese momento, de forma repentina, cayó desplomado. Una médica y una enfermera que estaban haciendo la ruta trataron de reanimarlo, sin éxito, por lo que avisaron a los servicios de emergencia.

El grupo de rescate de Bomberos del SEPA acudió en helicóptero y el médico rescatador continuó con las maniobras de reanimación cardiopulmonar avanzada, junto a la médica y la enfermera, pero no pudieron hacer nada por salvarle la vida.

A la zona acudieron los agentes de Montaña de la Guardia Civil con base en Cangas de Onís, en calidad de Policía judicial, a bordo de un helicóptero de León. Desde allí evacuaron el cadáver hasta la helisuperficie de emergencia cerca de Poncebos. Desde allí, el cadáver fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de La Corredoria, en Oviedo, para practicarle la correspondiente autopsia y determinar las causas del fallecimiento.

Rescate en Peña Ubiña

No fue la única evacuación realizada ayer. El grupo de rescate de Bomberos del SEPA se trasladó poco después de las once de la mañana a la montaña lenense, donde un montañero vasco de 45 años había quedado enriscado en el espolón este de Peña Ubiña. El montañero había salido del refugio del Meicín y equivocó la vía en la canal de ascenso, siguiendo al parecer las indicaciones de una ruta grabada en el GPS, por lo que llegó un momento que no pudo avanzar más ni tampoco volver sobre sus pasos. Afortunadamente estaba ileso. Para llegar a él, el grupo de rescate tuvo que desplegar 50 metros de cable. Tras izarlo, lo depositaron junto al Meicín.