Manuel Montoya, padre del autor confeso de la muerte de la joven zamorana Laura Luelmo en El Campillo (Huelva), Bernardo Montoya, insistió ayer ante la titular del Juzgado de instrucción número 1 de Valverde del Camino en que si su hijo es el culpable del crimen "que lo pague".

El hombre prestó declaración en calidad de testigo para ratificar lo que en su día ya contó ante la Guardia Civil e incluso a los medios de comunicación. Afirmó que vio a su hijo por última vez el miércoles 12 de diciembre, día en el que desapareció Laura sobre las 16.00 horas, sin que en ningún momento le hablara de ella, y que no volvió a saber de él hasta que se enteró de su detención por la prensa.

Explicó que la casa en la que vivía Laura Luelmo fue de su propiedad hasta hace tres años, cuando se la vendió a la profesora que posteriormente se la ofreció a la joven zamorana, y que la vivienda en la que estaba su hijo sí era suya y se la ofreció para cuando saliera de la cárcel.

Con respecto a sus hijas y hermanas de Bernardo Montoya, una de ellas se acogió a su derecho a no declarar y la otra lo hizo en el mismo sentido que su padre, insistiendo en que si su hermano mató a Laura Luelmo que "lo pague". Padre e hija remarcaron también lo mal que, en general, lo está pasando la familia con todo lo sucedido.

Manuel Montoya y sus hijas llegaron a los Juzgados de Valverde a las 10.05 horas -ellas con la cara cubierta para no ser grabadas por los medios de comunicación que los esperaban- y abandonaron la sede judicial poco antes de las 13.00 horas por la puerta trasera.

Se trata de su primera declaración como testigos en sede judicial, aunque ya en su día declararon ante la Guardia Civil. La sesión estaba prevista inicialmente para mediados de enero de 2019, pero se pospuso.