Por sorpresa para el juez, el fiscal y sobre todo para la defensa, una joven ovetense cambió ayer su versión de los hechos y acusó a su exnovio de maltratarla física y psicológicamente durante cinco años, desde que ella tenía 14. La relación finalizó cuando la madre de ella denunció los hechos y a él le impusieron una orden de alejamiento. Ahora está en prisión por otros hechos relacionados con drogas.

"Es que no quería que le pasara nada", justificó la víctima para explicar por qué no había denunciado los maltratos e incluso los había negado en la fase de instrucción. También afirmó que pensaba que "era la culpable" de que él se enfadara y la maltratara.

La Fiscalía era la única acusación en el procedimiento, al actuar de oficio en un caso que calificó de delito de violencia de género, con maltrato físico y psicológico continuado, y por el que solicitaba un año, nueve meses y un día de prisión para el acusado.

La relación de pareja comenzó cuando ella tenía 14 años y él 20. Vivían indistintamente con la madre de él, con la de ella o con el padre de la joven. La chica explicó que su pareja "siempre pensaba mal" y que "no me prohibía salir, pero siempre se enfadaba porque pensaba que yo en lugar de estar con mis amigas estaba haciendo otra cosa". Tampoco se podía poner pantalones cortos y en una ocasión le destrozó la ropa.

La víctima relató que la golpeó en dos ocasiones. La primera, cuando estaba con unas amigas y sus novios y él se enfadó porque "estaba gastando su dinero" y con otros chicos, y le pegó un puñetazo en un ojo. La segunda, dándole una patada.

Fue la madre de la menor quien finalmente interpuso la denuncia por malos tratos. La mujer tuvo que abandonar la sala entre lágrimas en dos ocasiones para tranquilizarse. "Lo dejó todo por esa relación, y ahora me odia y no me quiere ni ver porque dice que le quité al amor de su vida", declaró desesperada.

El padre de la víctima afirmó que su hija le contó que su pareja le "reñía" si se ponía pantalones cortos, y que en alguna ocasión le había llamado "llorando para que fuera a buscarla, que no le aguantaba más, pero luego se quedaba con él".

La psicóloga que atendía a la menor confirmó que existía maltrato aunque la joven lo negaba.