F. C. P., el acusado de haber matado a palos al perro de su vecino en la localidad piloñesa de Valle, en junio de 2017, echó ayer toda la culpa al dueño del can, asegurando que fue él quien en realidad lo golpeó, una versión que el propietario del animal niega de forma vehemente. Los perros de ambos se habían enzarzado. El de F. C. P., "Trasgu", un perro cruzado, quedó tan herido por los mordiscos que hubo que sacrificarlo ese mismo día. Pero el otro, "Ton", un pastor alemán, tuvo el mismo final al día siguiente: estaba literalmente reventado a golpes.

El acusado negó haberlo tocado: "Cuando salí de casa vi a mi vecino dando palos a su propio perro, y también patadas. Entonces le cogí el palo e intenté meterlo en la boca del pastor alemán porque estaba matando a mi perro. Solo quería salvar al mío". Era la primera vez que ofrecía esta versión. Ante la Guardia Civil, nunca culpó a su vecino.

"Lo encontré por la mañana en un charco de sangre", indicó el dueño del pastor alemán, J. M. M. P. Según el veterinario, a "Ton" le reventaron el bazo y le rompieron dos costillas y el morro. No era para menos. "El acusado siguió pegando a mi perro incluso después de que los animales se separasen. 'Ton' quedó triste, atontado por los palos que llevó", dijo J. M. M. P.

La defensa, a cargo del letrado Ignacio Menéndez, trató de convencer al juez José María Serrano, titular del Juzgado de lo penal número 1 de Oviedo, de que el dueño del perro apaleado es un hombre violento. "No es la primera vez que alguien se excede al dar una reprimenda a su perro", aseguró. Añadió, no obstante, que hubiese estado justificado golpear al pastor alemán en defensa del perro más pequeño. Un vecino citado como testigo aseguró que oyó la pelea de los perros, pero volvió a meterse en casa: "No quiero problemas con ningún vecino". Y respecto al acusado: "Para mí es buena persona".

Pero ni la fiscal de Medio Ambiente, Esperanza González Avella, ni el letrado de la acusación particular, Fernando Barutell, compraron esta mercancía y mantuvieron las penas solicitadas, seis meses en el caso del acusador público, y un año por parte del perjudicado, que pide además 3.500 euros.

Agresora de un chihuahua

Y otro juicio contra otra supuesta maltratadora de perros, en este caso una sierense que dejó al borde de la muerte al chihuahua de su vecino. La mujer le solmenó tal palo en la cabeza al pobre animal que sufrió una fractura craneal que le tuvo convaleciente cinco meses. Ahora sufre ataques epilépticos. Al parecer, estaba enemistada con el dueño del perro. El fiscal pide seis meses de cárcel y 2.000 euros de indemnización en el juicio que tendrá lugar hoy, también en el penal número 1 de Oviedo.