"La maté por reírse de mi acento colombiano". Fue la confesión que el joven Leandro J. V., de 27 años, realizó tras ser detenido el pasado miércoles en Valdemoro (Madrid) cuando fue sorprendido mientras arrojaba un cráneo ensangrentado a unos matorrales. El titular del Juzgado de primera instancia e instrucción número 4 de esa localidad madrileña acordó ayer el ingreso en prisión provisional y sin fianza del detenido, que se anunciaba a través de las redes como "el carnicero tatuador", ya que había montado un centro de tatuajes en un chalé donde vivía de "okupa" desde hacía cinco años.

El acusado, que se acogió a su derecho de no prestar declaración en el Juzgado, sufría episodios de esquizofrenia, pero se negaba a tomar medicación, por lo que de vez en cuando tenía episodios violentos, según fuentes cercanas al caso. La Guardia Civil halló en el chalé donde vivía carteles de las películas de Hannibal Lecter, además de utensilios de diversa índole como cuchillos, catanas y herramientas para realizar prácticas de brujería.

La detención del presunto descuartizador se produjo en la noche del pasado miércoles después de que su exnovia, también colombiana y de 21 años, comunicara los hechos a la Guardia Civil y le mostrase fotos de los restos de la víctima. Al parecer, el "carnicero tatuador" la había llamado para que le ayudase a deshacerse del cadáver. Cuando llegó al chalé comprobó que su exnovio estaba troceando el cadáver de la víctima, una joven de 19 años, hija de un agente de la Guardia Civil. La joven colombiana pudo hacer unas fotos, que luego enseñaría a la Guardia Civil, pero primero ayudó al presunto asesino a deshacerse de parte de los restos, motivo por el que el juez también decretó ayer su ingreso en prisión.

Mientras los investigadores tratan de esclarecer el tipo de relación que mantenían el joven colombiano y la víctima, algunos vecinos aseguraron que la madrugada anterior a la detención vieron salir humo de la finca y detectaron un olor nauseabundo, que fue justificado por el "carnicero tatuador" con el argumento de que se le había quemado la barbacoa. Por el Juzgado de Valdemoro pasaron ayer para prestar declaración los padres de la víctima, la pareja sentimental de la madre, el hermano y otra pareja del supuesto asesino, así como varios vecinos de la zona.