La defensa del poleso de 24 años, cuyas iniciales son G. M. I., acusado de abusar sexualmente con penetración de una menor, de 14 años, pide su salida de prisión. El juez decretó su ingreso en el penal de Asturias hasta el momento del juicio al apreciar riesgo de fuga. Algo que la letrada Natalia Álvarez Montes no considera necesario. Por ello ha presentado un recurso de apelación en el que solicita su puesta en libertad. Asimismo, señala que no cabe esta situación de ingreso en la cárcel dadas "las contradicciones de lo expuesto por los testigos".

Según Álvarez Montes, se podría eliminar el riesgo de que G. M. I. se fugue "retirándole el pasaporte y haciéndole comparecer ante el juez de manera periódica".

Los hechos que han llevado al joven a prisión ocurrieron el pasado 20 de mayo en Pola de Siero. El acusado había quedado con un amigo y este, a su vez, con una conocida suya, que no tenía relación con el denunciado, según los testimonios recabados. Esta llevó consigo a la menor denunciante, más joven que ella. "Ellas fueron en pleno estado de alarma y en transporte público desde Nava. Fueron al supermercado a comprar alcohol, saltaron la valla de la zona de los colegios (Celestino Montoto y Hermanos Arregui) y estuvieron allí haciendo botellón", asegura la letrada de la defensa. Entonces fue cuando se conocieron y se consumaron los hechos, en el mismo centro escolar, siempre según su relato.

Dos días después, la menor presentó una denuncia en el Juzgado de instrucción número 1 de Siero. El joven fue detenido el miércoles y puesto a disposición judicial. El ministerio fiscal solicitó para él prisión provisional, comunicada y sin fianza al ver indicios suficientes de un delito de abusos sexuales con penetración.

La defensa del acusado prepara su estrategia basándose principalmente en dos aspectos. Por un lado, asegura que no conocía la edad de la joven: "Su amiga, la que era conocida para el acompañante de mi representado, es mayor. Además, ella es una chica alta y con bastante envergadura", argumenta la letrada para sostener que el reo, según su versión, no se percató de que la chica fuese menor por su aspecto físico.

Otro punto clave es el del consentimiento. Álvarez apunta a que la exploración que le hicieron a la menor en el HUCA "no muestra ningún indicio de que fuera forzada". Sin embargo, por ahora, pesa más el criterio de la Fiscalía, que sí ve indicios suficientes del delito como para haber mandado a prisión al joven poleso.