La Guardia Civil de Gijón ha desmantelado dos plantaciones indoor de marihuana, una en los sótanos de un almacén industrial de Carreño y la segunda en una vivienda de alquiler en Nava. Hay cuatro detenidos: dos gijoneses, un sierense y una ovetense. Los agentes hallaron cerca de 400 plantas y varias armas ilegales.

La de Carreño, que estaba preparada para producir drogas de diseño, se descubrió a mediados de mayo debido al fuerte olor que se percibía en la zona, así como por las "visitas raras" a la finca. La disposición de la misma impedía a los guardias determinar a simple vista si las sospechas eran ciertas, por lo que establecieron vigilancias que confirmaron la presencia de compradores. También constataron que se había pirateado el alumbrado.

Encima, la finca estaba ocupada. El dueño era una persona mayor que no sabía lo que estaba ocurriendo. Fueron sus hijos quienes denunciaron la situación. Las gestiones con la compañía eléctrica verificaron la existencia de un enganche de luz fraudulento, así como que el consumo era el equivalente a una vivienda grande, bastante elevado.

Con estos datos, los agentes entraron el pasado día 11 en la finca. Los ocupantes habían instalado hasta cámaras de seguridad y tenían cinco perros para custodiar la droga. Los agentes dieron con la plantación al descubrir en la parte trasera un tubo de aireación que salía del subsuelo, además de un hueco tapado con unas maderas que constituía el acceso al sótano. Allí estaba la plantación, con un sistema de iluminación, riego y ventilación. En este lugar se localizaron 34 plantas, de unos 90 centímetros de altura. Desde el sótano se accedía a la planta superior, donde había cogollos secos y restos de plantas por el suelo, además de útiles para la elaboración, pesaje y conservación de la marihuana, y envases de productos químicos para fabricar drogas sintéticas. También se localizó sustancia de corte, diverso material de laboratorio y hasta una completa guía para elaborar esas drogas sintéticas.

Además, se hallaron armas prohibidas: un tirachinas perfeccionado, una llave de pugilato, una ballesta, un machete de grandes dimensiones y hasta un arpón. La plantación la llevaban el gijonés C. H. G., de 25 años; S. G. A., una ovetense de 49 años; y la gijonesa de 37 V. M. P. Se esperan nuevas detenciones.

La plantación de Nava

En cuanto a la plantación de Nava, se descubrió en febrero a raíz de las investigaciones para aclarar varios robos con fuerza en viviendas. En una se apreció un cierto olor que pudiera tratarse de plantas de marihuana, además de escucharse un ruido, que posteriormente fue identificado como el de un extractor de aire.

La vivienda estaba cerrada a cal y canto, con las persianas bajadas o tapadas con telas oscuras. No obstante, se apreciaba en el interior una luz artificial de gran potencia. Los agentes supieron que la vivienda estaba alquilada desde julio de 2018 a un sierense de 29 años, N. C. E., quien no residía en la casa.

Los consumos de electricidad no correspondían precisamente a una vivienda deshabitada, lo que apuntaba a una posible defraudación de fluido. Luego se corroboró que tenía un enganche ilegal. N. C. E. acudía además de forma esporádica, por muy poco tiempo, lo que hacía sospechar de que se trataba de visitas de mantenimiento.

También el 11 de junio, los agentes entraron en la casa, donde hallaron la plantación. Se incautaron dos kilos de cogollos de marihuana secos; 364 plantas con un peso de 27 kilos; 9 ventiladores y otros efectos utilizados para plantar drogas indoor. Los cuatro pasaron a disposición judicial.