La localidad castropolense de Barres se despertó ayer conmocionada por el fallecimiento de Montserrat Méndez, de 51 años y natural del pueblo, aunque residía desde hace años en San Ciprián (en el municipio lucense de Cervo). Su cuerpo apareció flotando en el agua, en una zona acantilada de Serantes (Tapia), conocida como punta del Campón.

"Era muy conocida, tanto ella como su familia y nadie se explica lo que pudo pasar", comentaba ayer una vecina, apesadumbrada por la noticia. La Guardia Civil investiga las circunstancias de su fallecimiento, aunque parece descartarse la intervención de terceras personas en el fatal desenlace. La voz de alarma la dieron los vecinos de la zona que, en torno a las ocho de la mañana, vieron una columna de humo en la costa de Serantes. Cuando los agentes de la Guardia Civil del puesto de Tapia llegaron al lugar del suceso se encontraron con un coche ardiendo en la zona de rocas, a escasos metros del mar. Aunque en un primer momento no localizaron a ningún ocupante ni dentro ni cerca del vehículo, vieron la puerta abierta y efectos personales cerca, así que decidieron iniciar una búsqueda por las inmediaciones de este lugar, muy frecuentado por caminantes y pescadores.

Pocos minutos después hallaron el cuerpo de la mujer en el agua, en una zona de gran pendiente y próxima al lugar donde se encontró el coche. Para trasladar el cuerpo a tierra y también para sofocar las llamas del coche fue necesaria la intervención de Bomberos de Asturias. Un rescatador se introdujo en el agua y el helicóptero izó el cuerpo hasta la zona costera.

La mujer, de la conocida como casa "El Carraco" de Barres, trabajaba desde hacía al menos veinte años en el servicio de ayuda a domicilio de Cervo. Desde el consistorio expresaron ayer un "gran pesar" por su fallecimiento y decretaron luto oficial hasta mañana a medianoche. En el decreto explican que Méndez era una persona "estrechamente vinculada a nuestro concejo en el que desempeñó su trabajo profesional con gran eficacia y era muy querida y conocida por todos los vecinos". El hermano de la mujer, casada y con dos hijos, también es muy conocido en la zona, pues regentó durante años una empresa de maquinaria agrícola con sede en Serantes.