La despoblación, un problema acuciante

Recientemente conocíamos los datos publicados por la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei) que confirman lo que desde el Partido Popular llevamos mucho tiempo denunciando: el problema de la despoblación en Asturias, especialmente en las zonas rurales, que se agrava año tras año.

Según Sadei, a día de hoy en Asturias hay 755 pueblos sin ningún habitante, es decir, abandonados; 303 localidades con un único residente; y hasta 5.595 que no superan el centenar, concentrándose más del 55% de la población asturiana en Gijón, Oviedo y Avilés. Nuestra región perdió, según el INE, 5.444 habitantes a lo largo del 2018, y el balance de la última década nos resta ya 62.489 vecinos, lo que supone un 5,75% de todo el padrón.

Somos la comunidad con la tasa de natalidad más baja de España, la que tiene una mayor tasa de mortalidad y, además, miles de jóvenes, hasta 40.000, han abandonado nuestra tierra a lo largo de los dos últimos lustros. La situación es cada vez más insostenible.

Y a tenor de las declaraciones en los últimos meses del presidente Adrián Barbón, creíamos que parecían tenerlo claro. Parecía, hasta que hace escasas semanas se hizo público su borrador de Presupuestos que, para sorpresa general, únicamente reflejaba tres medidas irrisorias para este fin, pura campaña de marketing. Medidas encaminadas a zonas en riesgo de despoblación, eso sí, sin definir qué zonas son esas.

Medidas como una deducción de 100 euros por cada hijo a partir del segundo, que desde el PP enmendamos para doblar la cuantía y aplicar desde el primer hijo en zonas en riesgo de despoblación.

Una segunda deducción de 1.000 euros en el Impuesto sobre la Renta para contribuyentes que se establezcan como trabajadores por cuenta propia, o autónomos. Olvidándose de los que ya residen en estas áreas, olvidándose de que son tan necesarias las medidas para atraer población como aquellas encaminadas a mantenerla.

Y una tercera deducción, también sobre la cuota autonómica del IRPF, para ayuda en transporte público, con un límite de 50 euros. O lo que es lo mismo, una auténtica tomadura de pelo, ya que en la mayoría de zonas rurales el único transporte público al que se puede optar es el taxi, y lógicamente estos 50 euros no solucionan en modo alguno el problema. Desde el PP planteamos subir la cuantía hasta los 300 euros, de forma transitoria, hasta conseguir medidas, que busquen la plena movilidad y que no se podrán lograr sin una mejora en medios e infraestructuras.

Junto a estas enmiendas, presentamos muchas otras destinadas a mejorar las infraestructuras, los centros escolares, o la prestación sanitaria y de servicios sociales al medio rural. Pero todas ellas salieron incomprensiblemente rechazadas por el PSOE, algunas de ellas con el voto en contra también de Ciudadanos y Foro.

Pero desde el PP seguiremos peleando. Reclamaremos, en la línea del plan "300x100" aprobado por el gobierno de Mariano Rajoy, inversiones en infraestructura tecnológica para terminar con la actual brecha digital. Más de 80.000 asturianos siguen sin tener acceso a la banda ancha, con las consiguientes limitaciones en el ámbito personal y, especialmente, profesional.

Ahí está el ejemplo de la Xunta de Galicia, presidida por Alberto Núñez Feijóo, donde las primeras políticas contra la despoblación datan ya del 2013 y hoy están empezando a dar sus frutos. Galicia perdió en 2019, tres veces menos población que Asturias.

Desde luego, desde el PP no vamos a permanecer impasibles mientras nuestra Asturias se va quedando vacía. Porque sin asturianos, sí que no hay paraíso.

Compartir el artículo

stats