El Raíces cambia de imagen pero mantiene su filosofía integradora que hace que cuente con 250 jugadores en una pequeña localidad. "Es un orgullo que de una recta entre Avilés y Salinas, salga un club con 17 equipos", sentencia el coordinador del club castrillonense, Nelson Dos Santos. El Raíces trabaja cada año para mantener la fuerte estructura: "Intentamos que estén protegidos, que nos les falte de nada a nivel deportivo y tengan unas buenas instalaciones, además de un grupo de personas que trabajan para que todo esto salga adelante. Eso es lo que creo que atrae a los jugadores y a los padres". Debe funcionar, porque en el club castrillonense hay no solo niños y jóvenes de Raíces, Salinas o Piedras Blancas, también de Avilés y hasta de Soto del Barco.
"Este año se ha cambiado toda la indumentaria y la verdad es que estamos muy contentos, por el diseño y la calidad. Al final es una forma más de que los chavales se sientan 'importantes' que vean que forman parte de un club que se preocupa por ellos", sostiene el coordinador. La nueva camiseta mantiene los colores del club, pero es "más moderna". "Llevábamos algunos años con la misma indumentaria y este año nos da un aire nuevo", añade Dos Santos.
No es la única novedad que tendrá esta temporada el club. El Ayuntamiento de Castrillón tiene previsto cambiar el césped artificial del Raimundo Álvarez "Mundo", ya que el actual ya tiene una década. "Le damos mucha tralla, porque son muchos jugadores los que lo pisan cada día este campo", explica el coordinador de la cantera del club. Aunque no hay fecha segura para el cambio del césped -también se hará en el otro campo municipal del concejo, Ferrota-, está previsto para finales de este año o principios del que viene. "La obra durará quince días y tendremos que buscar una alternativa en la comarca, pero merece la pena", afirma Dos Santos. Un intercambio con el Hispano, que también tiene que afrontar las obras en Ferrota, parece la opción más viable para ambos clubes.
El Raíces ya está disfrutando de otra instalación renovada, la de la pista de fútbol sala del colegio de Raíces. "Nos han cerrado la pista y cuando llega el invierno se agradece mucho tener cuatro paredes para poder entrenar con los pequeños. Antes se teníamos hasta que suspender entrenamientos o desplazarnos a última hora", afirma el coordinador.
En lo deportivo, el club cuenta con tres equipos en segunda división, el juvenil A y los alevines A y C, que lucharán por mantener la categoría, aunque el juvenil tiene un buen equipo y espera poder meterse en la pelea de la zona de la tabla. "Los equipos que tenemos esta temporada son muy jóvenes, así que la idea es que se vayan formando como jugadores y como personas. Intentamos hacer labor social, no solo lo que es estrictamente fútbol. A formarles como personas, hacemos campus para sacarles de la rutina del fútbol. Hay momentos en que los equipos están más arriba y otros en tercera, como es el caso de la mayoría, pero eso no nos preocupa", explica Dos Santos.
Todo ello es imposible sin el apoyo de los exjugadores: "La mayoría de nuestros entrenadores pasaron por las filas del Raíces. No solo en eso, sino que también nos ayudan como delegados y directivos. Somos una familia".
