Se prepara para sacar sus mejores remates y recepciones. La cita lo merece. En juego, el título de Copa de la Serie A2 italiana. María Schlegel, canterana de La Curtidora y actual jugadora del LPM Pallavolo Mondovi, espera ansiosa el momento. La final tendrá lugar en Verona, rodeado de un ambiente de gala, ya que en el mismo escenario se disputará la "Final Four" masculina de la Serie A1. Una oportunidad inigualable que no quiere dejar pasar para conquistar su primer título. "Suena un poco típico, pero llegar a una final en Italia y vivir un campeonato como éste, es un sueño que he hecho realidad", asegura la de Piedras Blancas desde su domicilio ubicado en la región de Piamonte, a unos 70 kilómetros de Turín.
El año pasado, en su debut en Italia con el CUS Torino, se quedó a las puertas de la cita copera, que ahora sí podrá disfrutar. "Cuando lo vi por la tele pensé, quiero jugar esa final algún día", comenta. Dicho y hecho. Tras ganar al San Marignano por 3-1, tendrá como último escalón superar al Canovi Sassuolo. "El objetivo es ganar, las finales están para eso, estoy satisfecha ya por llegar hasta aquí porque no hay margen de error, si fallas, estabas fuera", asegura. El gran nivel que rodea a esta categoría, la cual equipara "con la Segunda División de fútbol en España", hace que solo la de Piedras Blancas sea la única representante española. Por encima se encuentra la Serie A1, donde juegan las mejores figuras del voleibol mundial, entre ellas la española Jéssica Rivero.
A sus 25 años, María Schlegel, que comenzó a jugar al voleibol en el Colegio San Fernando, antes de recalar en Salinas, se encuentra a solo tres sets de alzarse con la gloria y ya analiza al rival que se encontrarán en frente, al cual califica como "un equipo muy joven, no tienen nada que perder, arriesgan en su juego y es cierto que no son muy regulares, pero sí espectaculares, es una final y no se sabe lo que puede pasar". La Serie A2 italiana no está catalogada como profesional, pero admite la de Piedras Blancas que "se puede vivir del voleibol". En tierras transalpinas, su equipo realiza sesiones dobles de entrenamiento, de martes a sábado, lo cual impide que realice otras actividades.
Las condiciones con las que cuenta en Italia son superiores a las que se ha encontrado en el pasado en España, a la cual no duda que regresaría "con los ojos cerrados". Todo ello "si se diesen las mismas condiciones económicas y a nivel deportivo". De momento, su hoja de ruta, no va más allá del partido del domingo en Verona, donde se juega el título a una sola carta, por lo que no quiere desviar la atención de un partido al que podrán acudir sus padres y su hermano, que partirán desde Asturias, y su pareja, que lo hará desde La Rioja. Todo ello para tratar de celebrar con los suyos una fecha histórica para la de Piedras Blancas. "Espero regalarles esta Copa", afirma.
En esta cita, se espera un gran ambiente a su alrededor. Su equipo, el LPM Pallavolo Mondovi, resalta por ser uno de los conjuntos que cuenta a sus espaldas con una afición incondicional. "No hemos jugado ningún partido sin su apoyo, han estado incluso en Sicilia (a más de 1.500 kilómetros de su localidad) y para Verona ya han montado autobuses", comenta ilusionada.
Sueña con la Serie A1
Como cualquier deportista, su ambición es la de seguir creciendo y mira con ilusión a la Serie A1 aunque explica que "hay poco espacio, estamos hablando de las Cristiano Ronaldo del voleibol". A pesar de que solo lleva dos temporadas en Italia, ya está muy cerca de cumplir uno de sus sueños. La competición continuará para María Schlegel tras la Copa, con la Liga como plato principal, en el que se han clasificado en la cuarta posición de cara a participar en la segunda fase en la que se jugarán el título liguero. Esa será otra meta. La primera, está al alcance de su mano.
