Gradas de cemento, un poco de lluvia, humo de las fábricas y tambores resonando en una tribuna llena. Está claro que el fútbol en El Muro de Zaro tiene un sabor especial. Lo demostró el Llaranes el pasado domingo, que aunque no pudo certificar el ascenso a Regional Preferente, sí consiguió un importante logro: meter a más de 600 personas en un partido de la sexta categoría del fútbol nacional.
"Como aficionado, siempre quieres que la gente vaya al fútbol. Como presidente, es un orgullo. Pero lo cierto es que la gente del barrio siempre ha estado muy volcada con este equipo. El 80 por ciento de nuestros 300 socios son de Llaranes", explica Gonzalo Peral, el dirigente del club granate.
En la gran asistencia del domingo al antiguo Santa Bárbara, se juntan dos factores. Primero, la gran temporada del conjunto de Del Bosque. Solo con ganar, habría firmado su ascenso, por primera vez en su historia, a Regional Preferente. Y segundo, el recuerdo del antiguo Ensidesa, antaño el equipo más importante de la comarca.
"Seguramente tenga algo que ver. Ya en su día, los socios decidieron cambiar los colores de este Llaranes, que empezó vistiendo de verde, por el granate del antiguo Ensidesa", recuerda Peral, al que le quedan pocas horas como presidente formal del Llaranes.
Hoy, a las 19.00 horas está convocada la asamblea de socios del club. Como mandan los estatutos, Gonzalo Peral deberá presentar su dimisión para poder empezar con el proceso electoral. "Es un formalismo. Si se presenta otra candidatura de alguien del barrio, intentaré ayudar en lo que pueda. Si no es así, habrá que seguir adelante", aseguró el dirigente del club.
En lo deportivo, el Llaranes cabalga con seguridad. El Gozón, con un gran encuentro, frustró el ascenso. Posteriormente, lo hizo el Luarca ganando a la Fresneda. Pero todo es más una cuestión de tiempo. Si el Llaranes gana en Tapia el próximo fin de semana, el ascenso será una realidad. "La confianza en los chavales es total", concreta Peral.
Lo mismo opina el entrenador del equipo, Jorge Del Bosque. "Se vio que el Gozón es un equipo que está muy bien trabajado. Quizás nos pesó un poco la ansiedad y los nervios, pero en la segunda mitad tuvimos las ocasiones y pudimos ganar", matiza el técnico.
A Del Bosque, como buen hombre de fútbol, le es indiferente que el ascenso se produzca en casa o fuera. Lo importante es que se produzca. "Es normal que haya mucha expectación, pero yo lo que prefiero es que estemos tranquilos, nos queda muy poco para conseguirlo", añadió el entrenador, que se hizo cargo del equipo esta misma temporada, aunque ya había formado parte del club anteriormente.
A los jugadores desde luego le vendrá bien esa tranquilidad. Lo corrobora el capitán del equipo, Andrés Merino, "Andresín". "Quizás los nervios nos jugaron una mala pasada, estuvimos muy pendientes de no perder delante de nuestra afición", explica el lateral. "Lo intentamos plantear como un partido más, está claro que queríamos subir delante de nuestra afición", añade el futbolista, que solo recuerda haber visto el Muro de Zaro en esas circunstancias en la época de las promociones.
El ascenso del Llaranes es una cuestión de tiempo. "Tendríamos que hacerlo muy mal para que no se diera", afirma Merino, que espera que la semana que viene, ya por fin, pueda decir que su club de toda la vida es de Regional Preferente. Será una buena noticia para el fútbol avilesino, que poco a poco va dando alegrías a los aficionados de los clubes de la comarca con grandísimas temporadas como la del Llaranes de presente curso 2018/2019.
