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Los Pando se atan el negro

Los hermanos gijoneses Claudia (12 años), Luis (14) y Alejandro (16) se examinan el mismo día y obtienen la máxima distinción de cinturones en kárate

Claudia, Luis y Alejandro posan tras obtener el cinturón negro. GONZALO PANDO

Poder situarse el cinturón negro alrededor de su cintura tiene un significado mayúsculo para los practicantes del kárate. Los Pando, con los jóvenes Claudia (12 años), Luis (14 años) y Alejandro (16 años) lo lograron por partida triple y todos ellos, el mismo día. Fue el pasado sábado en Tudela (Oviedo) cuando los tres hermanos gijoneses afrontaron el exigente examen al que fueron sometido por parte de un tribunal de muy alta cualificación. En esta disciplina no se distingue la edad a la hora de lograr tras prestigioso cinturón. Por ello, los tres consiguieron un logro poco habitual, más si cabe en el caso de la joven gijonesa Claudia, que "seguramente sea la más joven de España", detalla su padre Gonzalo Pando, que también es karateka de tercer dan.

El paso del cinturón marrón a negro requiere de mucho esfuerzo físico, pero también mental, lo cual hace más valioso el precoz salto que han logrado los hermanos Pando, que llevan toda la vida practicando el kárate, al iniciarse a los 2 o 3 años. Todos ellos superaron con validez las tres partes de las que constaba el examen: Kihon, Kata y Kumite. A ello se suma la defensa personal. Entrenados por Ricardo García (séptimo dan por la Federación Española y quinto por la japonesa), los gijoneses han entrado de lleno en el kárate, con una vinculación directa con la cultura japonesa. "Están bebiendo de los comienzos originales del kárate en su tercera o cuarta generación gracias a Ricardo, que adquirió su cultura a través de Aoki", detalla Gonzalo Pando. A partir de ahí, la enseñanza ha sido constante y con una gran evolución con el paso de los años a pesar de sus cortas edades. "En el kárate priman los valores, la enseñanza a la persona y la superación personal por encima de conseguir triunfos o medallas", expone Gonzalo.

Por ello, los grandes protagonistas, no ocultan su satisfacción de haber logrado un hecho inusual al graduarse de forma conjunta con idéntico resultado. "Me siento muy feliz, llevo mucho tiempo esforzándome para conseguirlo, es un honor para mí", señala Claudia. A sus 12 años ya muestra una madurez impropia gracias a esta especialidad que a la gijonesa le aporta "felicidad, me ayuda en los estudios para seguir adelante y ahora quiero sacarme el primer dan", comenta.

Por su parte, Luis, el mediano de los hermanos, considera que "el kárate es algo más que un deporte, me ha enseñado el respeto por los adversarios y compañeros, además de la superación de las metas". Este gijonés le ha dedicado once años para alcanzar el cinturón negro, por lo que le dedica el logro a su entrenador Ricardo García y a su progenitor. La idea ahora de Luis es la de "empezar a competir en Kumite y preparar el primer dan". Una meta que también perseguirá Alejandro, aunque en su caso tratará de conseguir el segundo dan y obtener el título de monitor. Por su mente pasa "subir mi nivel y ver si puedo quedar campeón de Asturias a corto plazo".

Competir en Kumite

Para ello, el gijonés se prepara a su vez con Lino Gómez, que fue muchos años seleccionador español de Kumite. Antes de presentarse al examen, Gonzalo les indicó a sus hijos que ya sabían las preguntas y las respuestas con las que se encontrarían en el examen para obtener el cinturón negro desde hace muchos años. No le faltaba razón. A pesar de ello, Alejandro señala que "es muy difícil conseguirlo, demuestra el nivel de dificultad de este arte, pero también te hace ver que si quieres algo por muy difícil que sea, si te lo propones, lo consigues", asegura.

En el caso de la familia Pando el gran esfuerzo de muchos años obtuvo el pasado sábado una triple recompensa con un valioso cinturón negro que ya ha dejado huella en sus vidas. Porque para los integrantes de esta familia gijonesa, el kárate traspasa las fronteras del deporte, con un gran peso en el día a día de su vida cotidiana.

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