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Del campo a la videoconsola

"Es más complicado ganar un título con un equipo del Alcázar que lograr un Campeonato del Mundo", destaca Alfonso Ramos, técnico del cadete B y seleccionador nacional de e-sports

Alfonso Ramos charla con sus jugadores del Alcázar. FERNANDO GEIJO

El Alcázar de Sama tiene en sus filas a un campeón del Mundo. Por partida doble. Alfonso Ramos cuenta con dos títulos mundiales del videojuego FIFA. Ahora dirige al cadete B y también es el seleccionador nacional de e-sports.

Su relación con los mandos de la consola llegó en 2005, cuando participó por primera vez en una página de torneos online. "Quedaba el primero en estas competiciones, di el salto al ordenador, que por entonces se llevaba más y me fichó un equipo", recuerda. Pero su relación con el fútbol nace mucho antes. Alfonso Ramos lleva 23 temporadas perteneciendo al Alcázar, primero como jugador y después como entrenador. "En mi época de juvenil ganamos un Torneo de Barrios en el Carlos Tartiere", apunta.

Aquello ocurrió en 2007. Por entonces ya había participado en un Mundial de FIFA, el año anterior. Pero su primer título electrónico llegó justo una temporada después, cuando se proclamó, en Berlín, mejor jugador del planeta. Tras este, llegó otro primer puesto, en el año 2012. En total, Alfonso Ramos ha participado en siete mundiales.

En el mundo de fútbol lleva como primer entrenador desde hace cinco temporadas. "Mientras estudiaba estaba como delegado, tampoco podía tener tanto compromiso con el club con todos los viajes que tenía que hacer con los torneos donde participaba, era una cuestión de responsabilidad", asegura.

Ahora entrena al cadete B del Alcázar. "Ha sido una buena temporada, somos todo jugadores de primer año, vamos novenos y estamos salvados, que era nuestro objetivo inicial", reconoce. El langreano viene también de dirigir a España en el Mundial de FIFA. "Caímos en cuartos de final contra Portugal, la lotería de los penaltis", lamenta.

El proyecto de la selección nacional comenzó a fraguarse recientemente. Muchos usuarios lo reclamaron como entrenador. "Saben que también entreno a un equipo de fútbol y eso influye", reconoce. Sin embargo, Ramos observa algunas diferencias. "En el mundo del videojuego tienes que enfocar todo más hacia el coaching, hacia la parte psicológica, aunque es cierto que también toca dar algunos detalles a los jugadores, algo de estrategia, de penaltis... durante el partido, el jugador está en tensión y no se percata de cosas".

Y es que el langreano reconoce que "el fútbol real es distinto, a la hora de entrenar técnica y táctica es todo diferente". En la videoconsola, un jugador tiene que controlar a los once futbolistas, algo que, evidentemente no sucede en el campo. "En el FIFA puedes estar más desordenado sobre el terreno de juego, algo más complicado en el fútbol real", asume.

Los futbolistas del Alcázar tienen clara la función de Alfonso Ramos, pese a que el uso de los videojuegos esté cada vez más extendido entre los chavales. "Cuando entro al campo soy el entrenador y punto", reconoce. El técnico del Alcázar lleva tres temporadas con el mismo grupo de futbolistas. Eso sí, admite que "ya he jugado alguna vez a la Play Station con ellos; siempre me vacilan diciendo que me van a ganar aunque sea campeón del mundo", bromea.

¿Cambiar un Mundial por un título con el Alcázar? "Es una decisión difícil, pero creo que es más complicado ganar un campeonato con mi club que ser primero en un Mundial, con todo lo que ello conlleva". En todo caso, Alfonso Ramos ya ha conseguido ambas cosas.

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