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El termómetro

Cuando PETA lo peta

Sobre los refranes alternativos, cima de la corrección política

Las asociación Personas por el Tratamiento Ético de los Animales (PETA) ha entrado con fuerza en el barullo mediático con una propuesta gloriosa: cambiar los refranes que se puedan considerar lesivos de los derechos de los animales por otros que no lo son. Un ejemplo es "Matar dos pájaros de un tiro", que implica mucha violencia, mucha sangre y bichos muertos.

Lo cierto es que la propuesta tiene su eficacia, porque la gente habla de ella, y se entera de lo que es PETA y así, al menos en términos mediáticos, les va mejor de lo que les iba antes, y siempre habrá alguien que se sume a su causa.

Yo creo, sin embargo, que acabar con el lenguaje simbólico o metafórico o hiperbólico y preferir todo el tiempo el literal -es decir, que cualquier cosa que digas tiene que significar lo que significa y, de paso, exponer sin tapujos que tu no estás contra nadie- es una forma de empobrecernosmuy poco afortunada.

Personalmente, he cogido el toro por los cuernos (mejor no decirlo así en Sudamérica, ahí si que no suena muy correcto) o puesto la puntilla a muchos asuntos y a mi los toros no me gustan nada de nada. He matado dos pájaros de un tiro mogollón de veces y la caza no me gusta nada de nada.

No creo que empobrecer el idioma hasta el punto de acabar con las metáforas inconvenientes aporte ninguna solución a los problemas.

Personalmente, yo me quedo con la gente de Espertar animal o asociaciones así, que defienden lo que hay que defender, acogen a los perros maltratados o abandonados y les buscan dueños, y no se andan preguntando si quienes no tenemos perro utilizamos frases inconvenientes. Defender a los desvalidos es siempre una buena idea, pero utilizar solo el lenguaje para hacerlo no solo es ineficaz sino también insensato. Y cómodo.

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