Además de ser una realidad, pueden considerarse una metáfora. El camino de la Vía Carisa, en Lena, está plagado de agujeros de viejas explotaciones mineras que, a causa del temporal, se han agrandado. Suponen un grave peligro para los caminantes o ciclistas que solían transitar por el lugar, hasta que el miedo les ha retraído. "Les tragues", como los llaman, pueden ser también un símil de lo que ha supuesto para estas comarcas el cierre de las minas sin tener alternativa de empleo. Se firmó un plan minero de buenas intenciones, de promesas de tapar los agujeros en ese llamado proceso de transición ecológica. Pero nuevos temporales pueden, como ha ocurrido en Lena, agrandar las oquedades y agravar el peligro. ¿Quién garantiza que la inestabilidad política no se trague las promesas, aunque se formalicen como ley? ¿Y, aunque se cumplan, llegarán a tiempo? "Les tragues" pueden convertirse en agujeros negros.
