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Sangalli, vital

Pero, sobre todo, Sangalli fue el autor de un gol espléndido, en el que la atención para interceptar un débil despeje de la defensa del Extremadura fue seguida de la decisión para enfilar la portería contraria y el acierto decisivo de buscar el gol, pese a la distancia, con un disparo tan fuerte como colocado, que llevaría el balón a la misma escuadra. Era el 0-2, que situaba el triunfo muy al alcance del Oviedo. A esos aciertos culminantes Sangalli añadió un trabajo constante, que se integró en el de todo el equipo.

E Un éxito colectivo. Porque la victoria del Oviedo en el Francisco de la Hera, fue, ante todo, un éxito del conjunto. El Oviedo funcionó como un bloque, que defendió con muchos efectivos y se desplegó también con muchos jugadores. De esa forma logró contrarrestar el juego del Extremadura, que practica un fútbol directo en el que tiene mucha importancia el control de la segunda jugada. Alegría, llegado en el mercado de invierno, se ha integrado muy bien en ese estilo de juego, pero la defensa oviedista, con muchas ayudas del resto del equipo, logró contrarrestar ese peligro, que solo se materializó a favor del Extremadura cuando el delantero centro encontró con su cabezazo a Lomotey para que el elegante senegalés pusiera la rúbrica de un remate tan bello como difícil de atajar. Pero era ya el minuto 91 y los carbayones ya habían hecho lo principal, que era tener la victoria a buen recaudo. El Oviedo había sido ante el Extremadura un equipo compacto y solvente. La defensa había sabido contrarrestar el abundante juego aéreo que volcó el rival sobre su área, para lo que había contado con el buen respaldo de Lunin, que salió muchas veces con decisión y acierto a despejar de puños. En el medio campo se había notado la eficacia de Luismi, cada vez más asentado, y el juego-control de Tejera. Y en el ataque Rodri volvió a ofrecer la sensación de peligro que no logra recuperar Ortuño.

E Más victorias. Una segunda victoria consecutiva es un jalón importante para el Oviedo de esta temporada. Necesita enlazarla con otras más, para sumar en torno a los quince puntos que aseguren el objetivo de la permanencia. La próxima podría llegar la próxima jornada. Según el dicho, no hay dos sin tres. El equipo azul podría cambiarlo por el de que no hay tres sin dos. La victoria en Almendralejo tiene ese valor: el de seguir ofreciéndole oportunidades. Su reto es aprovecharlas.

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