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Pablo González

EN TERRITORIO COMANCHE

Pablo González

El juego de las sillas

José Alberto López, JA por ahorrar espacio y por eso de las modas tipo CR7 y SR4, ha encontrado acomodo en el fútbol profesional. El Mirandés le ha dado su segunda oportunidad en la categoría de plata después de salir antes de tiempo del Sporting. En la entidad rojiblanca casi nadie se salva de la trituradora, y mucho menos últimamente. Los habitantes de la buhardilla de la casina de cristal van camino de tener que construir en Mareo un muro como el levantado en Washington en memoria de los soldados norteamericanos caídos en la guerra de Vietnam -la Pared, la llaman- para poder repasar uno a uno el nombre de los directores deportivos, entrenadores, jugadores y demás familia que han pasado en los últimos tiempos por el Sporting sin manchar ni limpiar. Van tantos que retener en la cabeza sus nombres, caras y ¿éxitos? solo está al alcance de cerebros privilegiados. Uno de ellos es el de JA, víctima de los resultados y de su incapacidad para darle la vuelta a la situación, como lo fueron otros tantos no hace mucho. JA ya es historia rojiblanca, y por ello hay que desearle que le vaya lo mejor posible, como ya ocurrió con Marce, Abelardo o Rubi. A JA lo puso El Molinón y a JA se lo cargó El Molinón, así que pocos tendrán algo que decir. Si el coronavirus no dicta lo contrario, JA regresará en unos meses a actuar a Gijón, donde está por ver cuántos artistas quedan de su etapa. Ya no queda ni rastro del entrenador que lo sustituyó. Es lo que tiene el juego de las sillas.

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