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Pablo González

EN TERRITORIO COMANCHE

Pablo González

Fútbol vintage

Hay días en los que parece que el tiempo no ha corrido y que uno ha regresado sin necesidad de dietas milagro ni ungüentos milagrosos de baba de caracol a la primera juventud. El de ayer fue uno de esos: el Dépor, ahora en manos de un señor banco, anunció que los suyos se echarán a las calles de La Coruña para manifestarse contra Tebas. El objetivo de la protesta, que encabezará Fernando Vázquez, en otro tiempo velocista por la banda del Tartiere, es parar el descenso a Segunda B que los gallegos se ganaron a pulso en el campo. Utilizar a las huestes futboleras como elemento de presión tiene más canas y arrugas que el retrato de Dorian Grey. Se puede decir que lo inventó, por ejemplo, Ramón Mendoza, presidente del Real Madrid de frondosa cabellera blanca, cuando en las asambleas de socios compromisarios de la casa merengue colocaba estratégicamente a los peores miembros de "Ultra Sur" para que nadie se saliera de la línea oficial a riesgo de recibir un buen capón. Lo del Dépor ya lo hicieron hace 25 años el Celta y el Sevilla, descendidos a Segunda por unos avales. En aquella ocasión, y gracias a que Felipe González pasaba por allí, La Liga cedió y en Primera acabaron jugando 22 equipos. Aquella decisión aún se arrastra en la Segunda de las 42 jornadas de Liga. Ahora el Dépor quiere regresar al pasado para garantizar como sea y contra quien sea su futuro, aunque sea machacando al prójimo más débil. Quizás solo por eso se merezca volver a probar el barro, principio y fin de casi todo.

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