Serbio, joven, procedente del Olympiacos griego y con unos números en la Liga de su país brutales. ¿A que suena a material ya conocido? Pues esta es una parte del perfil de Nikola Cumic, el nuevo extremo del Sporting una vez que el club rojiblanco diera por perdido a Mboula, ya sea porque se subió a la parra, porque lo hizo el Mónaco o por las dos cosas a la vez. Pasara lo que pasara, feliz viaje al catalán allí donde sus servicios sean requeridos y bien pagados, y bienvenido Cumic, que se ha convertido por sorpresa en el primer fichaje de la era de los "Javis" Rico y Fernández. El director deportivo, al contrario de lo que decía aquel, ya no sigue inédito y ya justifica las mensualidades que lleva cobradas. Cuentan que el responsable del Sporting de "Hihon", como lo escribe el diario serbio que dio a conocer la operación, le levantó el extremo a todo un Partizán, aquel equipo contra el que el Sporting jugaba, y ganaba, partidos de verdad en Europa a pesar de contar con tipos como Mijatovic o Slavisa Jokanovic. Pero lejanas quedan ya aquellas historias del abuelito. Lo que toca ahora es Cumic, al que se trae para mejorar a Traver, Cerro y Carmona y alimentar a Djuka. La iglesia balcánica rojiblanca, bastante intolerante con los apóstatas, ya tiene otra divinidad a la que venerar. Toca esperar y comprobar si la sociedad Djuka-Cumic es fructífera y si Rico ha encontrado petróleo a la primera.
