Alberto López-Asenjo remitió hace dos días a los medios de comunicación un abracadabrante comunicado, que bien podría ser una sinopsis de la inigualable película "La ciudad no es para mí", en el que dejaba muy claro que no es recomendable abrazar farolas. El texto del portavoz municipal del PP, de divertida redacción y que ha causado sensación en la sede nacional de su partido, trataba de explicar los motivos de su primera reunión en mucho tiempo con el presidente local. La intención del escrito es sin duda encomiable, pero la militancia ha echado en falta precisión a la hora de aclarar tres aspectos clave: por qué ha estado un año y medio sin dirigirse la palabra con Mariano Marín, por qué no exige la convocatoria de los órganos internos y por qué decide ahora hacerse fotos en la sede, justo cuando la portavoz en la Junta, Teresa Mallada, ha quedado libre de ataduras judiciales. Las bases esperan con ansia el siguiente oficio.
