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Presidente de Otea Oviedo

El cansancio ante tanta ineptitud

Esta semana nos ha llegado la resolución mediante la cual el Ayuntamiento nos deniega el permiso temporal para poder poner televisiones con sonido en nuestras terrazas durante el Mundial. Y aunque lo cierto es que no nos sorprende la respuesta vistos los derroteros de la legislatura con respecto a nuestro sector, sí lo hace el grado de tozudez de parte del equipo de gobierno que, lejos de tratar de reconducir situaciones que no son beneficiosas para nadie, se regocija en posturas revanchistas más propias de niños pequeños que de gobernantes responsables.

Y mientras tanto siguen sin entender nada: no entienden que esto no va de la ambición de los empresarios por ganar unos euros más durante unos días.

Esto va de dos cosas: primero, de apoyar a un sector que genera muchísimo empleo y riqueza en la ciudad y que necesita urgentemente respeto institucional.

Y por el otro, de la urgencia de dar vida a la ciudad, de sacar a la gente a la calle y llenarla de ambiente. En definitiva, de hacer de Oviedo una ciudad atractiva apoyándose en todos aquellos que, de una manera u otra, tienen algo que aportar. Les guste o no, sólo mediante el entendimiento entre lo público y lo privado podremos hacer de Oviedo la ciudad que nos merecemos.

Y no lo entienden porque ellos nunca han sido empresarios. No tienen ni idea de lo que es innovar, reinventarse, invertir, arriesgar, fracasar. Y por supuesto ganar dinero con el que, entre otras cosas, pagamos impuestos.

Somos el sector del ocio, del turismo, de la gastronomía y del alojamiento. Y estamos orgullosos de ello. Trabajamos para que la gente lo pase bien y sea feliz. Y es intrínseco a nuestra mentalidad de empresarios innovar y pensar en qué podemos hacer para sacar a la gente a la calle, que disfrute de la ciudad y que consuma en nuestros locales. Pero cada vez que les proponemos algo, debe de ser porque somos empresarios, ellos nos lo echan abajo: da igual que sea Gastromateo, Primavera Fest o sacar televisiones para ver el Mundial. No harán nada a propuesta de la patronal no vaya a ser que alguien les acuse de estar de lado de los empresarios. Ya Belarmino Feito, nuestro presidente, en la asamblea de FADE anunciaba tiempos duros entre una política viejuna, anquilosada y falta de ideas y una clase empresarial que, otra vez más, y tras haber pasado por lo peor de la crisis, tendrá que ponerse al frente del carro para disimular las vergüenzas de las realidades que asolan nuestra ciudad, y por ende, nuestra región. Una pena.

Les rogamos que despierten de su letargo mental; privar a los ovetenses de poder ver a su selección tomando una caña en una de nuestras terrazas es quedarse en lo pequeño. Si ustedes pretenden (tengo mis dudas) que Oviedo se convierta en un destino turístico atractivo deben empezar por darle la vida que hace tiempo que no tiene, porque una ciudad, por muy bonita que sea, no vale nada sin la gente que llena sus calles, sus terrazas o sus comercios.

No se despisten, no les queda mucho tiempo para remediarlo. Hasta entonces seguiremos proponiendo cosas para que Oviedo vuelva a ser una ciudad llena de cosas para hacer.

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