La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La mar de Oviedo

Rebelión

Este espacio de opinión trasciende hoy la Mar de Oviedo porque me rebelo ante lo de Puigdemont. ¿Habrá considerado el juez Llarena la posibilidad de que, en efecto, las autoridades de Alemania nos devuelvan maniatado a este corsario para encerrarlo por malversador y juzgarlo luego por eso y por rebelión y lo que sea menester, traicionando el acuerdo con Schleswig-Holstein, en justa correspondencia con el comportamiento de ese tribunal que incumple la euroorden de capturar a un delincuente y entregárnoslo, sin evaluar lo que no le compete? Si fuéramos un Estado católico nos deberíamos a las virtudes que se oponen a los pecados capitales, y contra la soberbia de los jueces teutones oponer nuestra humildad, pero gracias a Dios somos aconfesionales y ante la soberbia toca rebelión, desobediencia, lealtad con nosotros mismos para retorcer el pescuezo al facineroso. Y que vengan a reclamarnos eurojusticia.

Compartir el artículo

stats