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Concejal de Urbanismo

Cómo evitar la tormenta perfecta El 'atasco de Licencias', cómo evitar la tormenta perfecta

Más y mejor empleo público, la receta para acabar con los retrasos en la concesión de licencias

El PP estuvo décadas haciendo guerrilla contra el funcionario, al que presentaba sutilmente como un señor que vive a cuerpo de rey del dinero de todos, con las tardes libres, haciendo con pereza el trabajo que la empresa privada resuelve en un periquete. El mensaje acompañó a la gran oleada de privatizaciones que se vivieron, en Oviedo y en todo el país, en los años 90 del siglo pasado. Ese mensaje machacón del PP de que en la empresa privada todo se hace mejor y más barato fue acompañado por el adelgazamiento de las plantillas públicas, recortes aliñados con muy buenas palabras en las celebraciones de Santa Rita, patrona de los funcionarios.

Con la excusa de la crisis económica el PP se lanzó ya a una guerra abierta contra el empleo público, con leyes para meter "en cintura" a los ayuntamientos, tratados como hijos menores derrochadores que necesitaban mano dura (sobre todo si eran ayuntamientos del cambio). Cristóbal Montoro impulsó una severa legislación contra el empleo público municipal. Esa dieta de adelgazamiento ahora duele a muchos. Y duele y aprieta las costuras precisamente a un sector al que el PP siempre ha mimado, el de la construcción.

Quizá por eso la patronal de los constructores, en la campaña mediática que desarrolla este verano para denunciar el atasco de las licencias municipales (en Madrid, en Alicante, en Valencia, en Barcelona, en Lugo...) señala la consecuencia, pero pasa de puntillas por la causa. Con la consecuencia estamos todos de acuerdo: es imprescindible agilizar los tiempos de concesión de las licencias. La causa la tenemos meridianamente clara: es completamente necesario reforzar las plantillas, porque las licencias no se gestionan solas. En Oviedo, el PP se marchó dejando el departamento de licencias con la mitad de la plantilla, y como ellos mismos reconocían en sus informes internos, colapsado por la falta de personal. Un refuerzo en recursos humanos que debe venir de la mano de una modernización de la tecnología.

Para poner el foco en el problema de la gestión tecnológica de las citas me senté frente una ventanilla a dar números. Consideré imprescindible demostrar que estableciendo un sistema de cita previa mejora la atención a la ciudadanía y también sacar a la luz el derroche que supone tener a un empleado para gestionar lo que se puede resolver sin grandes dificultades con un sistema informático de gestión de citas.

En cuanto al personal, hemos dado pequeños pasos como la próxima incorporación de un nuevo arquitecto al área, que suple la plaza que perdimos hace un año. Es algo que sin duda ayuda, pero no es suficiente.

La ley nos permite ahora mismo fichar en Oviedo mediante un concurso de méritos al menos a diez profesionales de alta capacitación procedentes de otras administraciones que contribuirían a resolver la situación.

Vuelvo, una vez más, a pedir a nuestros socios de gobierno que pongan todo de su parte, en las áreas de su competencia, para que se agilice el plan de choque del servicio que aprobamos hace más de un año.

En cuanto al ofrecimiento de arquitectos y aparejadores de asumir la externalización del servicio, agradecemos el ofrecimiento, que lamentablemente choca con la legalidad. Se está viendo en otros municipios, como en Madrid, donde la medida ha acabado en el Tribunal Supremo, o en Sevilla, donde se han llegado hasta a plantear hacer cambios en el Estatuto de Autonomía.

En el área de licencias del Ayuntamiento de Oviedo estamos concienciados y trabajando. Funciona mejor ahora que hace tres años, gracias al esfuerzo, la profesionalidad y la dedicación de los trabajadores y trabajadoras del servicio. Hemos logrado, sin personal y sin medios, mejorar los tiempos de gestión y hemos simplificado al máximo el procedimiento. Tenemos clara cuál es la salida definitiva para esta "tormenta perfecta" que alarma a los constructores, más y mejor empleo público para poder dar un servicio eficaz a la ciudadanía. Sólo hace falta que todos empujemos en esa misma dirección.

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