El 2020 iba a ser el año Beethoven. Se cumple el 250 aniversario de su nacimiento y los auditorios y teatros de todo el mundo estaban preparados para que el compositor se volviese omnipresente en las programaciones musicales, antes de que el sector cultural saltase por los aires por culpa de la crisis sanitaria y la conmemoración quedase empañada.
Beethoven sí estuvo presente el pasado jueves en el tercer concierto que la orquesta Oviedo Filarmonía ofreció en el patio del Edificio histórico de la Universidad de Oviedo junto a su director titular, Lucas Macías, quien, como viene siendo habitual en él, se toma unos segundos para poner al público en situación sobre lo que va a escuchar y ya de paso agradecer la fidelidad por asistir incansable a cada una de las citas musicales.
La obertura "Coriolano" abrió el concierto, que en esta ocasión estuvo centrado en el primer Romanticismo puramente germánico. Un periodo histórico en el que la Oviedo Filarmonía (OFIL) siempre sale reforzada. Y eso fue exactamente lo que ocurrió en este último concierto del ciclo "Nos vemos en la calle".
La sonoridad rotunda de la orquesta, muy compacta y uniforme, fue la cualidad que más sobresale de la interpretación de la OFIL y Macías, que se hace extensible tanto para "Coriolano" como para la "Sinfonía n.º 1" de Mendelssohn. Los temas en la obertura de Beethoven se movían entre momentos de gran fuerza, muy dramáticos y agitados, de puro nervio, en los que interviene toda la orquesta, que se combinaban junto a otros mucho más líricos y delicados, en los que la melodía romántica adquirió todo el protagonismo, potenciando ese juego del claroscuro que caracteriza la música sinfónica contemporánea a Beethoven y Mendelssohn.
Otra cuestión importante es la comodidad de los profesionales de la OFIL con este repertorio, la entrega y cómo la orquesta se crecía según avanzaba el concierto; así se percibió desde el público. Macías no tiene inconveniente en reconocer públicamente en sus entrevistas que este primer Romanticismo se le da bien a la OFIL, y su actuación el pasado día 6 de agosto, con la que los asistentes se mostraron muy satisfechos, ponen de manifiesto que no le falta razón.
