Una profesora de física de Estados Unidos ha creado una biblioteca de sonidos únicos para casi todos los elementos químicos de la tabla periódica, posibilitando así no solo escuchar cómo suenan los átomos, sino también jugar con ellos.

La profesora de física estadounidense Jill Linz ha creado una biblioteca de sonidos correspondientes al espectro visible de casi todos los elementos químicos de la tabla periódica.  

Linz ha asignado a cada línea del espectro una frecuencia de sonido con una amplitud proporcional a su intensidad.

Para conseguir una mayor armonía, optimizó la duración de todos los componentes de frecuencia y también los comparó con notas de una escala uniforme, lo que le permite reproducir "sonidos atómicos" en instrumentos musicales.