El cantante Lenny Kravitz ha iniciado esta noche su gira europea en la ciudad de Vigo con la presencia de unos 9.000 seguidores que no quisieron perderse la puesta en escena de su último trabajo "Itxs is time for a love revolution", que vio la luz el pasado 5 de febrero y que despertaba una gran expectación.

El artista no defraudó a los miles de asistentes que tuvieron que esperar 36 minutos más de lo previsto -el concierto debía comenzar a las 22:00 horas- para que un Lenny Kravitz, vestido de riguroso cuero negro, saltara al escenario.

Con sus inconfundibles gafas de sol, que no se quitó hasta la tercera canción, y con un pañuelo oscuro atado al cuello a juego con unas cadenas de color oro, el cantante eligió para abrir su gira europea "Back in Vietnam", de su último disco.

Arropado por 120.000 vatios de sonido y otros 300.000 vatios de luz, Lenny Kravitz esperó a acabar su segunda canción para saludar en inglés a un público, mayoritariamente treintañero y femenino, entusiasmado y entregado.

"Yeah! Todo bien Vigo", exclamó el artista, lo que provocó una respuesta masiva de su público congregado en el Instituto Ferial de Vigo (IFEVI).

El escenario diseñado para Kravitz no dejó nada a la improvisación. Sus cadenas doradas alrededor del cuello iban acordes a un sinfín de materiales también en color dorado por cada recoveco del escenario. Las pantallas, los pies de los micrófonos y los monitores buscaban una estética perfectamente cuidada en color oro.

Lenny Kravitz, con sus dos pendientes de oro en la oreja derecha y cuatro más en la oreja izquierda, eligió como segundo tema para deleitar a su entregado público "Brit it on".

Los afortunados de las primeras filas pudieron ver a un Lenny Kravitz con una pulsera en su mano derecha con piedras en azul celeste y con su barba de varios días.

El artista no quería defraudar en esta primera aparición de la gira europea y personal de su equipo le colocó al menos tres púas de guitarra en el pie del micrófono desde el que cantaba.

La mayoría de sus intervenciones al público las hizo en inglés, pero también se atrevió con unas palabras en un castellano con acento americano: "¡Gracias!", dijo, y que el público agradeció.

"Estamos muy contentos de estar aquí", gritó al aforo del IFEVI y confesó a la multitud "¡Nunca hemos estado aquí! ¡Ay, ay,ay!" creo que tendremos que volver¡", apuntó.

La tercera pieza fue del disco "Mama said" que lo consagró al éxito en 1991. Han pasado 17 años desde entonces y el artista americano no ha perdido la fuerza ni la interacción con su público, que, a pesar de la lluvia insistente en Vigo desde las 21:00 horas, ya rodeaba los alrededores del recinto ferial. También tuvieron que padecer atascos en los últimos kilómetros de las autovías antes de comenzar a vibrar.

Vigo esperaba con expectación este inicio de gira europea del cantante que mañana volverá a subirse al escenario en el "Rock in Rio" de Lisboa.

Lenny Kravitz, nacido en Nueva York en 1954, es uno de los músicos de rock más importante del panorama musical actual, con influencias del soul, rock y funk de los años sesenta y setenta.

Su irrupción en el mercado mundial se produjo en 1989 cuando editó "Let love rule", un trabajo que alcanzó el primer puesto en las listas de ventas de los Estados Unidos.

Dos años después, con la publicación de "Mama said", confirmó su total éxito en el rock actual. Desde 1999 a 2000, el artista ganó cuatro veces consecutivas los premios Grammy, estableciendo el récord del artista que más veces ha ganado en la categoría de mejor actuación de rock vocal masculino y representando uno de los tramos de reconocimiento de más éxito para cualquier músico en la historia de la ceremonia de esos premios musicales.

"Itxis time for a love revolution" llega después del disco de 2004 "Babtist" con el que hizo la última gira por la península.

El nuevo disco, escuchado en concierto por primera vez hoy en Vigo, incluye catorce canciones compuestas, producidas y arregladas personalmente por Lenny Kravitz. Escrito y guardado en distintas localizaciones como Nueva York, Miami, París o Brasil incluye distintas canciones de amor y revolución espiritual con el que vuelve a ofrecer su personal visión del rock clásico aderezado con ritmos negros como el funk, el soul y el jazz. EFE