Gijón, Olaya PENA

La escritora canaria Yanet Acosta, especializada en crítica gastronómica, no se equivocaba de feria cultural cuando ayer entraba por el recinto de la «Semana negra». En una de las carpas del certamen presenta hoy su libro «El chef ha muerto», una historia de detectives basada siempre en la gastronomía, donde la comida juega un papel muy importante como herramienta literaria. Competencia, celos, cariño o bondad son algunos de los ingredientes que abren el apetito en «El chef ha muerto».

-¿Cómo se mezcla comida con novela negra?

-Realmente el mundo de la cocina puede llegar a ser muy dramático. Además, la comida forma parte de nuestras emociones, de nuestros recuerdos, porque hay sabores que te marcan. Y además la comida también define a las personas. Por eso la gastronomía es una herramienta tan potente en literatura, a la que se le saca mucho partido.

-¿Qué es lo más negro de la cocina?

-¡El fondo de los calderos! No, trabajar en una cocina es muy duro, los horarios, esa mesa que te llega a destiempo... Es muy esclavo.

-Cada capítulo de su libro tiene un título gastronómico muy especial. ¿Cómo sería la receta de la «Vergüenza en salsa verde»?

-Se me ocurrió algún nombre, y luego me propuse que a través del blog la gente me escribiera lo que iban inventando. Y para éste, Rafa Prades hizo una receta con callos de bacalao en una salsa de algas. Y así con muchos: «Besos en hojaldre», «Mejilla a la sal»..., así que fíjate lo literaria que puede llegar a ser la cocina.

-¿Cuál es su plato preferido?

-Depende del día, es como la música. Según el momento me apetecen cosas distintas.

-¿Qué plato se lleva de Asturias?

-¡La fabada! Sin duda, con todos sus ingredientes. Además, el protagonista de la novela come fabada de lata. También me parecen espectaculares las cebollas rellenas y el pixín. Y, por supuesto, acompañado con sidra. Lo bueno es que aquí tenéis mar y tierra, y hay mucha variedad. Pienso que Asturias es un sitio para experimentar.