En la Escolanía de la basílica del Sagrado Corazón de Gijón se ponen las pilas al empezar el verano. Niños y niñas de todas las edades se han apuntado al curso de canto coral y técnica vocal que se imparte por tercer año consecutivo en las instalaciones de este santuario y que tiene por objeto despertar en los jóvenes interés por el coro y hacerles comprender la importancia de la entonación y la técnica.

El curso intensivo, que comenzó ayer con más plazas libres que en ediciones anteriores, se impartirá durante las dos próximas semanas en el horario de 10.30 a 13.15 de la mañana, de martes a viernes. El taller se centrará en obras de la música clásica acompañadas al piano y canciones alegres coreadas por varias voces a la vez, no todas religiosas aunque sí en buena parte "por la facilidad que dan los cánones a la hora de aprender a cantar" dice Carlos Ruiz de Arcaurte, director de la Escolanía y encargado de sacar de estos niños la mejor voz. En este ciclo caben todos, desde los más avanzados en coral y que están deseando mejorar su técnica a los principiantes que desean iniciarse por primera vez y aprender a cantar.

El solfeo, las escalas, la técnica vocal y de entonación y distintos recursos y ejercicios de canto son parte de las materias tratadas en este curso, pero a pesar del esfuerzo que requiere el ensayo diario de tantas disciplinas los niños se muestran encantados. Claudia Rodriguez, de 15 años, dice que "me interesa tanto aprender que la práctica se hace llevadera. No vienen muchos niños porque no se animan pero yo lo recomiendo porque es una experiencia muy entretenida". Una afirmación que no dudan en corroborar el resto de sus compañeros. Claudia y Sara Díaz, hermanas de 7 y 10 años respectivamente, son ya unas veteranas del canto, les gusta deleitar a su familia con su voz en navidad y llevan ya un tiempo practicando con el Grupo de Cultura Covadonga. Se apuntaron al curso para mejorar sus capacidades y afirman que "nos gusta porque es diferente y aprendemos cosas nuevas como las escalas".

El director de las clases, Carlos Ruiz de Arcaurte, comenta que la idea surge porque "todos los niños hacen deporte y juegan en verano, pero no practican la técnica vocal, y es importante potenciar cosas como esta para que no se olviden durante las vacaciones, aunque solo sean quince días". Y al margen del refuerzo escolar que pueden proporcionar, talleres como éste son también un medio de socialización y entretenimiento en medio del verano para los interesados. Por suerte, si todavía hay algún rezagado que no ha podido apuntarse al curso no tiene de qué preocuparse, todavía quedan plazas libres y las puertas permaneces abiertas a nuevos participantes.

Gonzalo Cadrecha, de 15 años, cuenta que "lo mejor es el concierto de demostración que se intenta hacer al final del curso". Para que los niños puedan enseñar a sus familias todo lo que han aprendido en dos semanas de ensayos, este evento en colaboración con la Asociación Académica de Canto Coral de Asturias y la Escolanía de la Basílica del Sagrado Corazón de Gijón se despide en cada edición con un recital de coro abierto al público en la misma iglesia la tarde del sábado 18, en la que se mostrará un repertorio de las canciones ensayadas. En palabras del responsable del curso, Carlos Ruiz de Arcaurte, "lo principal es que los niños se animen a probar. Que aprendan a cantar y que lo hagan sea donde sea".