"Tengo unos nervios... Ganar en Nava, madre mía, ¡llevo años soñando con esto!". Así, como un flan, estaba Salvador Ondó antes de que finalizase la vigésimo octava edición del Concurso de Escanciadores del Festival de la Sidra naveto y cuando todavía no se había confirmado su triunfo, aunque estaba bastante cantado. Se lo pusieron muy difícil el resto de compañeros, aunque en el apartado de medidas rozó la perfección: 59 de los 60 puntos totales (obtuvo 115,90 en el global). Con este éxito se coloca segundo en la clasificación general del torneo regional, compuesto por varias pruebas más, por detrás de Jorge Vargas, que ayer quedó un puesto por detrás de él.

Ondó, un guineano que lleva 20 años asentado en Pola de Laviana, es el vigente campeón de escanciadores de Asturias, pero el concurso naveto se le había resistido hasta ayer. "Es lo máximo que hay. Gijón, Villaviciosa y Nava son los más grandes", aseguró. Este prestigio se lo da el "buen nivel" de los participantes, como también reconoció el vencedor del año pasado, Pablo Álvarez.

El tercer puesto en Nava ayer fue para una veterana escanciadora, Loreto García, que consiguió 115,20 puntos. Jeison Franco y la naveta Susana Ovín, otra habitual del certamen, empataron con 114,90 y tuvieron que compartir el cuarto lugar. En categoría local, Aroa Vigil fue la ganadora, seguida de Gema Fanjul. La hija de esta última, Etna Montes, de 10 años, triunfó en categoría juvenil. Su madre es también su maestra y éste no es el primer concurso que gana.

La sidra pide picar algo. De ahí que otro de los éxitos del festival naveto haya sido la degustación de tortos. Las mujeres de la asociación Doña Jimena repartieron gratis unos 2.200 entre el sábado y el domingo. La presidenta de este colectivo, Tere Izquierdo, explica que la clave está en "la calidad del producto y el cariño" que le ponen. Utilizan harina de maíz y un 10% de trigo, que ligan con agua templada y sal. Una vez bien amasado, se le da forma redonda y se fríe en aceite de oliva bien caliente. Los ofrecían solos y con chorizo o queso. Todos estaban para chuparse los dedos. Lo corroboraron Javier Monestina, que lo escogió con chorizo, y Belén Medina, que optó por el de queso. Su nieto, Mateo Palacio, se lo tomó solo. Pero estos polesos coincidieron en que estaban "buenísimos".

La noche del sábado, la de más gentío, transcurrió en un ambiente festivo. Ni siquiera el incendio que calcinó medio centenar de fardos de hierba en una nave en La Laguna sirvió para que los vecinos y visitantes perdieran el ritmo. La fiesta concluye hoy con juegos infantiles, a partir de las 17.00 horas, en el área deportiva. Será el colofón a varios días de tributo a la bebida regional.