"Supongo que una serie de casualidades y alguna fuerza que estaban de mi lado me hicieron ganar porque no me explico cómo las cosas me fueron tan bien". Así de humilde se muestra tras su victoria la ganadora de la segunda edición del concurso "Arcochef", la gijonesa Felicidad Valderrey, que desde la madrugada de ayer es oficialmente la mejor cocinera amateur del Principado de Asturias. Su secreto, cuenta, es "una cocina de andar por casa y buscar algo sencillo que pueda gustar a la mayoría".

Su afición por la cocina le viene desde que era bien joven. Su madre, que era cocinera profesional, se encargó de contagiarle el entusiasmo y la pasión por la gastronomía y a los 13 años ya era la encargada de preparar la comida en casa. De las enseñanzas de su madre adoptó un estilo clásico que parece haber conquistado a los miembros del jurado. "La cocina tradicional es la que más me gusta, aunque de vez en cuando intento innovar con distintos sabores y colores", dice.

Su trabajo en el almacén de una empresa distribuidora de souvenirs le impide pasar tanto tiempo en casa como le gustaría. "Al medio día siempre cocino rápido porque voy con prisas. Procuro hacer para mi marido y para mí una comida económica y sencilla con arroces, pasta o cosas al vapor". Los grandes platos se los reserva para las cenas con amigos o para cuando sus hijos, ambos en el extranjero, vuelven a casa. "Cada vez que vienen me piden que les prepare cosas ricas y eso para una madre es muy gratificante", explicaba emocionada.

En la prueba definitiva del concurso, que se celebró la madrugada del miércoles en una Plaza Mayor abarrotada de gente, se impuso ante su contrincante, Miriam Díaz, con un plato de huevos escalfados con verduras pochadas. Un menú al alcance de cualquiera -de hecho, Felicidad Valderrey nunca habla de grandes platos sino de cocina de "aprovechamiento"- sin necesidad de ser un gran "cocinillas" pero que el jurado consideró "el mejor". Lo que contaba era el sabor "no el plato más elaborado", indicó el chef del jurado, Marcos Morán.

Además de su buena mano con los fogones, la otra cualidad que consiguió encandilar por completo a los cinco componentes del comité de valoración, la bloguera Isabel Llano "Isasaweis", Pelayo Blanco, Marcos Morán, Noelia Hernández y el futbolista Lora, fue el temple con que afrontó todas las pruebas. Según la cocinera, "como no veía posibilidades de ganar nada, eso me dio tranquilidad. Siempre di por hecho que ganaría Miriam porque es una gran profesional y se lo toma muy en serio".

Unas horas más tarde esta leonesa de origen residente en Gijón admitía que "me sentí muy cohibida porque todas las personas que había allí eran muy importantes y saben mucho del mundo de la cocina. Que gente así te valore es muy enriquecedor y me ha subido mucho la autoestima".

A pesar de todo, Felicidad mantiene los pies en la tierra y asegura que "no tengo pretensiones. Ya me han dicho que por qué no me presento a algún programa de la tele pero como experiencia ésta ya ha sido más que suficiente. Me gustaría seguir mejorando y apuntarme a algún curso de cocina pero sólo para aplicarlo en casa, no busco nada más". Su próximo objetivo es indagar más en recetas de panadería y pastelería.

Cuando se le pregunta qué es lo que se lleva de su paso por Arcochef lo tiene claro: "Yo siempre he sido la más autocrítica con mi cocina. Apuntarme me ha ayudado a crecer como persona y a mejorar como cocinera. Me gustaría animar por encima de todo a las mujeres que, como yo, ya tienen cierta edad a que se aventuren a vivir cosas como esta porque enriquecen mucho y son para recordar toda la vida".