"Orlando", el personaje ideado en 1928 por la escritora Virginia Woolf en su novela homónima, vive estos días en la biblioteca Menéndez Pelayo de Castropol. No se podría imaginar mejor guarida para éste y otros catorce seres creados para la literatura y a los que la madrileña Raquel Reinoso ha dado vida en forma de títere. En la exposición "De cuento", Reinoso exhibe su talento y permite al espectador viajar al mundo de fantasía que narran los cuentos.

Estas particulares "criaturillas", como las llama su autora, han sido creadas expresamente para esta exposición de Castropol, la primera de Reinoso -asidua visitante de Tapia- en solitario. La bibliotecaria castropolense Manuela Busto conoció a Reinoso a través de "Silvano" un títere creado en 2013 para participar en la exposición "Aurum", en la que una veintena de creadores mostraron su visión sobre el proyecto aurífero de Tapia y sus repercusiones sobre el territorio. Aquel títere encandiló a Busto que planteó a la licenciada en Bellas Artes y especialista en escenografía un trabajo más amplio que tuviese la literatura como hilo conductor. Dos años después "Silvano" está en la biblioteca junto a otras catorce marionetas salidas de cuentos y relatos de autores como Leonora Carrington, Santiago Dabore, Rafael Sánchez Ferlosio, Herman Melville o Felisberto Hernández . "Me inspiro en cuentos que me interesan, especialmente en Leonora Carrington que escribe cosas maravillosas y crea una atmósfera muy onírica y especial", precisa la artista.

La particularidad de estas marionetas es que están hechas con pasta de papel y materiales reciclados de todo tipo. Viejos retales o prendas, ramas o piedras y hasta papeles para hacer magdalenas sirven a Reinoso para vestir a sus personajes. Solo dos de las marionetas tienen carácter de escultura y no están concebidas para un uso final, Todas las demás están preparadas para cumplir su función y cobrar vida sobre un escenario. "Se mueven y se pueden manipular. De momento salieron y están ahí pero se pueden contextualizar en una obra y cobrar vida, algo que no descarto", precisa la creadora, que pone de manifiesto el momento álgido que vive el teatro de títeres. "Hay un resurgimiento de este tipo de teatro para adultos Es un mundo fascinante en el que una sola persona tiene el control de todo", apunta.

Los quince personajes de Reinoso se pueden visitar hasta el día 21 en la biblioteca. Lucen en el pasillo central, reposando sobre libros e invitando a soñar a los muchos visitantes que tiene estos días la Menéndez Pelayo. Pero la colaboración entre Reinoso y Busto no se quedó en dar forma a la exposición sino que además han organizado un taller para que los niños aprendan a hacer marionetas. "Queremos que la biblioteca no sea solo el espacio de los libros, sino un lugar de entretenimiento y formación. Con el hilo conductor de la literatura preparamos una actividad para niños y adultos", apunta Busto.

Al tratarse de un taller de pocos días Reinoso enseñará a los veinticinco pequeños inscritos en la actividad a hacer títeres de dedo. Con pasta de papel les enseñará a modelar las cabezas y las manos y también a vestir sus creaciones con tela. La madrileña pondrá el acento en el uso de materiales reciclados para concienciar a los pequeños de los mil usos que puede tener un objeto: "Tienen que aprender a construir, a fabricar cosas usando su imaginación. Es una pena que eso no se fomente más".