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Muchas tablas en Pumares

El bosque de los Oscos acogerá el estreno de "Lumieira Teatro", una compañía de actores no profesionales que interpretará una adaptación de "Los ciegos" de Maeterlinck

Muchas tablas en Pumares

El azar quiso que el director y autor teatral valenciano Paco Zarzoso se encontrase en Santa Eulalia de Oscos con el actor gijonés Kike Iglesias y que juntos se embarcasen en un proyecto que el lunes convertirá en escenario el precioso bosque de Pumares. Ambos escribieron "Los ciegos de Oscos", una obra basada en "Los ciegos" del dramaturgo belga Maurice Maeterlinck que ha encandilado a once vecinos del concejo, convertidos desde hace menos de un año en los actores de la compañía "Lumieira".

"Nos gustaría que la obra formara parte del patrimonio del pueblo, sería algo fantástico convertirlo en un referente para la zona", explica Zarzoso, que dirige en Valencia la compañía Hongaresa y que desde hace nueve años es asiduo visitante de los Oscos. La comarca Oscos-Eo sacó partido de su presencia en la zona y el año pasado fue uno de los artífices del nacimiento del certamen teatral "A vella das papas". Fruto de su éxito y de la buena acogida entre el público surgió la propuesta de dar un paso más e involucrar a los vecinos en el festival, que estos días afronta su segunda edición con funciones en Santa Eulalia y Vegadeo.

La obra comparte con el original de Maeterlinck la incertidumbre de diez ciegos a los que engañan y dejan solos y perdidos en medio del bosque. Sin embargo, Zarzoso e Iglesias decidieron introducir guiños locales y crear los personajes -cinco hombres, cinco mujeres y una niña- a la medida de cada actor: "Hemos aportado un imaginario muy poderoso y confeccionado un traje a la medida de cada actor". Un traje que, por cierto, se cosió en la distancia, a golpe de correo electrónico entre Valencia y Santa Eulalia, donde Iglesias, ya jubilado, reside desde hace tres años. "Esto es posible porque Kike vive aquí", añade el valenciano.

Consideran que el elenco de actores elegido permite conocer las diferentes caras de la condición humana: "Es una pincelada de la humanidad en pequeñito", indica Zarzoso. Coincide con Iglesias en que una de las particularidades del grupo es que es fiel reflejo de la realidad santallesa, un concejo donde conviven vecinos de toda la vida con un buen puñado de nuevos pobladores llegados desde diferentes puntos del mundo. Gracias a esa diversidad, la obra incluye frases en cinco idiomas: holandés, brasileño, alemán, castellano y gallego-asturiano.

La selección de los actores, con edades comprendidas entre 8 y 75 años, se llevó a cabo de manera "muy espontánea", precisa Iglesias. Precisamente al gijonés le tocó la compleja tarea de convertir a estos vecinos sin experiencia teatral en actores: "Es un proceso muy laborioso, pero con el tiempo se llega. Ha sido fantástico, una experiencia muy gratificante". Está muy satisfecho del resultado y de haber sido testigo de la evolución de este grupo humano, todos con profesiones muy diversas y obligados a rascar horas de su vida profesional y familiar para entregarse a esta aventura teatral. "Hay que destacar el buen rollo que surgió en el grupo, se hizo todo de manera exquisita y eso no tiene precio", apunta.

La decisión de localizar la obra en el bosque de Pumares también fue casual, aunque consideran que si Maeterlinck pudiera verlo estaría "muy contento" con el resultado final. Buscaban un bosque y encontraron un lugar a su medida camino de la cascada de A Seimeira, aunque exigió de pequeños retoques escénicos afrontados por los propios actores. En este sentido, los directores destacan la implicación del grupo: "Ellos se han involucrado y han tomado muchas decisiones, han hecho suyo el proyecto".

En el pueblo, precisa Zarzoso, hay "curiosidad" por ver qué sale de este proyecto gestado en silencio durante meses y que pone de manifiesto que "el teatro es un lugar de encuentro". Iglesias no duda de que, pese a los nervios lógicos con los que afrontan los días previos, todo va a salir a las mil maravillas. El lunes preparan una noche de sorpresas para el público que se anime a participar en este singular espectáculo.

Habrá dos funciones (una a las diez y media y otra en torno a las once y cuarto de la noche), ya que el aforo está limitado a unas setenta personas. Los interesados en acudir deben reservar su entrada (sin coste alguno) en la oficina de turismo local y presentarse en Pumares a las diez de la noche. Habrá teatro y un cierre musical para quien quiera conocer los Oscos de la mano de "Lumieira Teatro".

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