Hoy se cumplen 75 años de la reinauguración de la plaza de toros de El Bibio cerrada desde 1935 por culpa de la Guerra Civil en que se utilizó como cárcel y quedó destruida parcialmente a causa de la bélica contienda hasta que en 1941 volvió a relucir.

La empresa programó dos corridas de toros en inicio aunque al final fueron más. Respetó las localidades que antes del cierre tenían los abonados más veteranos. Desde el 4 de agosto podían adquirirse las localidades en el despacho oficial de la empresa, sito en calle Jovellanos, y otros "sitios de costumbre" como anuncia el cartel.

Mientras que en esta feria de Begoña un tendido de sol, en la fila cuatro, son 40 euros en 1941 su importe era de 13 pesetas. Además, para facilitar la afluencia de gente se reforzó el transporte público. "En los días de corrida habrá un gran servicio de trenes y autobuses especiales en todas las líneas que afluyen a la población", declara el cartel.

En aquel año los festejos comenzaron a las cuatro y media de la tarde. Dos corridas de toros en el abono programadas por el entonces empresario Eduardo Pagés que explotó El Bibio entre 1932 y 1945. Con motivo de la festividad de la virgen de Begoña se anunció para el día 15, viernes, a José Mejías Bienvenida, Rafael Ortega "Gallito" y Manuel Martín Vázquez, con sus correspondientes cuadrillas completas de picadores, banderilleros y puntilleros, según reza el cartel. El ganado lució el hierro de la ganadería sevillana de los Hijos de Doña Carmen de Federico con divisa negra y encarnada, que dio un buen juego y notable presencia. "Gordos, finos, lustrosos, bien armados de cabeza y todos ellos aplaudidos en el arrastre", describió el cronista del diario Voluntad al día siguiente. Tan sólo fueron cinco los astados que saltaron al ruedo porque la lluvia obligó a suspender el festejo a la muerte del quinto de la tarde. "Arte y emoción pasados por agua" llevó por título la reseña donde se dejó constancia de que los aceros impidieron más trofeos además de las dos orejas cortadas por Pepe Bienvenida y por Manuel Martín Vázquez.

El diario "Voluntad", a continuación del resumen del festejo taurino incluía un anuncio relacionado. Sobre la carne de las cinco reses lidiadas anunciaba: "se venderá hoy en la Plaza del Sur, puestos números 45-46, desde 3 pesetas kilo en adelante".

El segundo festejo se celebró el domingo 17 con toros de José Escobar, antes de don Graciliano Pérez Tabernero. Seis toros negros que lucieron divisa azul celeste, rosa y caña. "Sol radiante, emoción escasa y arte más escaso aún" apuntó el plumilla de "Voluntad" ante el mal juego de las reses. Marcial Lalanda escuchó pitos en su segundo mientras que Rafael Ponce "Rafaelillo" cortó dos orejas. Por su parte Juan Belmonte, hijo, dio una vuelta al ruedo en el que cerró festejo y feria. Pero ante la gran afluencia de público vista en las dos corridas motivada por la reinauguración del coso provocó que el empresario programara un festejo más. Una novillada para el domingo 24 con novillos-toros de Clairac, puro Parladé -anunciaron- para Boni, Parrao y Mariano Cabré. Si malos fueron los de Escobar peor juego dieron los de Clairac. "Buena voluntad de los diestros y malas condiciones del ganado" inició la crónica a la que no dedicó, esta vez, mucho espacio.

Ahora que El Bibio celebra sus bodas de diamante tras la reinauguración solo cabe esperar a tirar de hemeroteca dentro de otros tantos 75 años para recordar lo que sucedió un 15 de agosto de 2016. Tal día como hoy.