Enrique Ponce salió en hombros en Gijón y tras la Puerta Grande, el domingo, le esperaban sus hijas Paloma -en la imagen- y Bianca. Si en otras plazas hay un polémico veto a los niños, en El Bibio los menores acompañados tienen las puertas abiertas. "No fueron a la corrida, pero quisieron darme la sorpresa de esperarme en la Puerta Grande. Ha sido la más emocionante de mi vida", señala Ponce en una red social.