"La sidra nos sirve con los asturianos y con los coreanos también", proclamaba Juan Cañal Canteli, alcalde de Nava, en el día de ayer durante la recepción de un grupo de touroperadores coreanos que estos días visitan el Principado de Asturias con el objetivo de exportar el Camino Primitivo. "Desde Corea mucha gente viene a Madrid, Barcelona y Andalucía. Nosotros queremos descubrirles que existe otra España, más verde y con otro tipo de clima. Creemos que será un éxito", explicaba Diego Shin, nacido en Corea pero residente en Madrid desde hace diez años.

Si la motivación de este viaje es descubrir los secretos del Camino de Santiago que discurre por Asturias,, la sidra también sirve como excusa para dejarse caer por Nava. "Los coreanos son muy católicos y amantes de la actividad física", apuntaba Jorge Lausín, director de relaciones institucionales de la empresa turística. Aquí es donde el caldo dorado encuentra encaje dentro de la estrategia comercial. "Me ha encantado, no sé por qué no la hay en otros sitios. Ahora en vez de beber refrescos tomo sidra. Es solo zumo de manzana, sin químicos y nosotros nos preocupamos mucho por la salud", comentaba Charlie Paik, director departamental de la compañía. "Tenemos que exportarla a nuestro país y poner un restaurante asturiano en Seúl. Si la lleváramos a nuestros vecinos del norte seguro que se acababa el problema", añadía Paik.

Como maestros de ceremonias en el museo de la sidra de Nava estaban el alcalde, Muñoz Cantelí y varios representantes de La Buena Cofradía de los Siceratores con su presidente Roberto Llamedo a la cabeza. "Cuando nos enteramos del interés de este grupo por venir a Asturias rápidamente los invitamos a venir a Nava. Los coreanos tienen que descubrir que la esencia de Asturias está aquí", defendía Llamedo.

Incluso el propio personal del museo se mostraba "entusiasmado" por el interés de los asiáticos en comercializar un paquete que incluya la visita a Nava como eje central. "Es maravilloso que vengan. La sidra es todoterreno, implica un montón de aspectos culturales, conlleva un hermanamiento en torno a ella y todo el mundo que lo experimenta sale encantado", sentenciaba Delmira Vázquez, una de las trabajadoras del museo, que escanció unos culetes de la pipa para que los visitantes pudieran deleitarse.

Tras el recorrido por el museo estaba prevista una espicha con el objetivo de darles a probar los productos del Principado, que se espera sirvan como un elemento de atracción más para los visitantes. "Desde luego además de los paisajes, que son espectaculares, yo destacaría la gastronomía y la gente como aspectos claves de Asturias y del camino primitivo", puntualizaba Johanna Bush, otro de los miembros de la expedición.