Un simulador de vuelo valorado en 2.500 euros. Ésta es la gran atracción que se puede encontrar en la exposición organizada por el Círculo Aeronáutico Fernández Duro y el Club La Ferre -dedicado al aeromodelismo- y que estará abierta al público hasta el sábado en la Colegiata San Juan Bautista, anexa al Palacio de Revillagigedo. El simulador es toda una representación de lo que es un avión y los interesados pueden sentarse a los mandos que reproducen los de cualquier avioneta real.

Paqui Silvente despega, en cuestión de segundos, del aeropuerto de Asturias a los mandos de una avioneta "de las más fáciles de llevar", según explica Francisco Cabal, técnico que asiste a los visitantes. Tras unos minutos sobrevolando el litoral asturiano, Silvente trata de aterrizar de nuevo en Santiago del Monte, pero la cosa se complica y después de una perfecta aproximación consigue detener la aeronave en la pista, aunque con un poco de ayuda del experto. Silvente asegura que está de paso por Gijón procedente de Lorca y se encontró con la exposición, a la que no dudó en entrar, "porque me encantan los aviones". Sin embargo, la misión de hacer volar la avioneta se vuelve "más complicada de lo que parece porque hay que tener muchas cosas en cuenta", asevera.

Francisco Cabal explica que en el simulador es posible practicar con casi cualquier aeronave, a excepción de aviones de combate, e igualmente se puede volar desde todos los aeropuertos del mundo. Eso sí, para tener el control de la aeronave más sencilla de llevar son necesarias, al menos, diez horas de práctica. El simulador es totalmente gratuito, está abierto al público general y no existen limitaciones de edad.

Además, la muestra gijonesa dedicada a la aeronáutica cuenta con otras singularidades, entre ellas, una pequeña reproducción de un simulador de aeronaves radiocontrol y cinco maquetas fabricadas a mano de algunos de los aviones más populares de la historia, entre ellos, el "Fokker DR. I", un caza alemán pilotado por Manfred von Richthofen, apodado "Barón rojo" en la I Guerra Mundial.

Sobre el techo de la sala cuelgan cuatro aviones radiocontrol cuyo precio supera los 4.000 euros y para cuyo manejo son necesarias muchas horas de trabajo y práctica. Incluso los amantes del aeromodelismo se encargan de su construcción antes de hacerlos volar por primera vez.

Sergio Requejo y Virginia Requejo, de diez y ocho años respectivamente, también se atreven a "subirse" a los mandos de la aeronave a pesar de su corta edad. Y no lo hacen mal. "Es muy guay, pero pensaba que iba a ser más fácil", confiesa tras finalizar el vuelo. Jaime Sánchez también visita la exposición, aunque en su caso "prefiero no hacer el ridículo en el simulador, porque seguro que después mi mujer me lo estaría recordando durante muchas semanas", apunta entre risas este gijonés.

La exposición se enmarca dentro de la "Semana aeronáutica 2017". Además de la muestra ubicada en el Revillagigedo se celebran ponencias y charlas que giran en torno a la aviación. Así, el próximo viernes tendrá lugar una conferencia sobre el club de veteranos paracaidistas de Córdoba, organizada por la Asociación de Veteranos Paracaidistas ASVEPA ASTUR, en el salón de actos del Antiguo Instituto, a las 19.30 horas. El sábado se celebrará una segunda charla, también en el mismo emplazamiento, sobre abastecimiento aéreo y a cargo del responsable de pruebas de AIRBUS, Miguel Rubio.

Ya el domingo y como colofón a la semana tendrá lugar el XII Festival Aéreo sobre la playa de San Lorenzo, con la participación de catorce tipos de aeronaves diferentes, entre las que se encuentra el "A1 Skyraider", una de las principales novedades de la exhibición de este año. Este modelo es "un avión de gran tamaño introducido en 1946 y retirado en 1985". Una de las últimas incorporaciones a la parrilla de aeroplanos es el "Bücker Bü 131", el que es "el avión más antiguo de todos, aparecido en 1935 y que los gijoneses ya pudieron contemplar en la edición que tuvo lugar hace dos años".

Jorge Macías, "uno de los mejores pilotos acrobáticos de Europa", se apunta también al festival a los mandos del "Extra 200", una nave nunca vista sobre la bahía gijonesa.

Además, la Asociación de Ultraligeristas del Principado de Asturias (AUPA) y "Falcon Air Academy" ha puesto de nuevo en marcha el curso de bautismo aéro, "para que todos los aficionados a la aviación tengan la ocasión de sentir la adrenalina de los pilotos". Los interesados pueden volar desde el aeródromo de La Morgal. Gijón coge velocidad para vivir una semana de emociones fuertes y vuelos de gran altura.