El que no puede ser domado, de nombre "Indomable", un aguerrido ejemplar de asturcón, agrandó su leyenda en el día de ayer. Por octavo año no consecutivo -ya que en la pasada edición no pudo participar por una lesión en una de sus patas- ninguno de los presentes en las Fiestas del Asturcón de la Sierra del Sueve consiguió domar al bello animal. Solo tres de los presentes ayer en la Majada de Espineres, lugar de las celebraciones, tuvieron arrestos para enfrentarse a la bestia. En los momentos previos a la arriesgada intentona, ninguno de ellos se mostraba optimista. Ya antes de sus tentativas sospechaban lo que después se confirmaría. "Es casi imposible. Por lo menos no salimos heridos". Coincidían Diego Fernández, Alejandro Peón -el único que lo intentó por partida doble- y Luis Enrique Puerta, los tres valientes que trataron de conseguir la machada sin éxito, ya que ninguno pudo ni siquiera tratar de encaramarse sobre los lomos del animal.

La doma fue el plato fuerte, y sirvió como punto final a una fiesta que comenzó ya a primera hora de la mañana. No habían dado las diez cuando los primeros todoterrenos empezaron a aparecer entre la niebla que envolvía la sierra. Los que habían acampado en la zona durante la noche comenzaban a despertar, llenando poco a poco la carpa donde se ubicaba la barra del bar, donde los asistentes improvisaban desayunos de todo tipo a la espera de la misa, que ayer ofició por última vez Gaspar Muñiz, párroco de Colunga. "Me voy a Roma a estudiar, pero no creo que acabe de Papa", bromeaba.

Una vez todos estuvieron en paz, fue el turno de conocer a los premiados en esta edición tras escuchar el pregón, pronunciado por el periodista Luis Antonio Alías. El premio Asturcón Internacional fue a parar a manos del montañero Cesar Pérez de Tudela, que recalcó "la importancia de dar a conocer esta fiesta por toda España para que se la considere de interés turístico nacional". El reconocimiento al Pastor Mayor de 2017 fue otorgado a Manuel Antonio Cortina. "Es un orgullo tremendo. Ya se lo dieron a mi padre hace unos años y por supuesto estoy muy feliz de coger el testigo. Toda la vida me encantó estar con el ganado por el Sueve, con su característica niebla", explica Cortina. El Asturcón de Oro recayó en Pedro Cepeda, presidente del consejo de administración de Agua de Borines, y el premio a la más joven de la fiesta se lo llevó Marta Pis, de sólo once meses. Victorina Llera, reconocida como Pastora Mayor, celebraba emocionada que "la fiesta del asturcón mejora año a año. Aquí el que estaba enfermo sana".

En los momentos previos a la comida, que preparó la organización, hubo tiempo para las anécdotas de los pioneros del festejo. José Manuel García, natural de la aldea piloñesa de Sieres, Pastor Mayor en 2014, rememoraba cómo "empecé a hacer el camino que lleva hasta el monte a fesoria y pala. También construimos los bebederos y la primera cabaña que hubo en la zona" en aquel tiempo en el que "muchas familias vivíamos del ganado en el Sueve. Era una gozada el ambiente que había".

Cuando el reloj marcó las dos y media, las mesas de la gran carpa junto a los establos lucían repletas de platos de paella, quesos, empanada, chorizos criollos y sardinas, de los que los invitados dieron cuenta sin titubeos. La comida dio paso a una tranquila sobremesa que algunos de los asistentes entretuvieron jugando en la bolera que la organización instaló este año por primera vez en la majada y a continuación en las actividades ecuestres. Los asturcones comenzaron a salir a la palestra para el concurso de arrastre, donde los pequeños caballos debían dar vueltas a la pista llevando atada una carga equivalente a su peso. "Es bonito que haya competiciones como ésta, si no el entrenamiento de los animales no tendría mucho sentido", afirma David Noriega, el encargado de guiar a "Narciso Segundo", el caballo ganador. Posteriormente, los invitados de honor de la organización procedieron a marcar a tres ejemplares jóvenes del equino asturiano, bautizados con los nombres de "Rayo", "Chispa" y "Dino". "Me siento su padrino, espero seguirle la pista a partir de ahora", comentó Pedro Cepeda, encargado de marcar a "Rayo". Finalizadas las actividades ecuestres con el intento fallido de doma, Espineres comenzó a vaciarse lentamente tras una jornada de celebraciones entorno a la ganadería, la naturaleza y la tradición asturiana, que no se repetirá hasta el año que viene, hasta la próxima prueba para la leyenda de "Indomable".