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Ver galería >Uno de los espectáculos más bellos del paisaje y la naturaleza asturiana son las caídas del agua en los ríos y arroyos de la región. Estas son 15 cascadas para disfrutar del Paraíso los días que no sale el sol.
MIKI LÓPEZ
Se inicia en el pueblo de Tarna, donde está bien señalizada. Esta señalizado en todo momento siendo una ruta circular. Aunque baja con poco caudal su singularidad radica en la gran altura de la caída del agua y el hermoso hayedo que la rodea. Es un total unos 10 kilómetros. El recorrido es Tarna-Llanu del Toro-La Campona-Tarna.
A. M. S.
De las más conocidas de Asturias. La de mejor acceso es la primera que se descubre: La Firbia. Se llega fácilmente desde el pueblo de Oneta a través de un paseo cómodo que se adentra en un bosque. Esta primera es una cascada con una caída de unos 15 metros y que forma una poza de color azul. Hay otras dos cascadas que la siguen, de difícil acceso La Firbia de Abajo y la más pequeña, la Maseirúa, casi inaccesible. El entorno de La Firbia es, sin duda, un lugar idílico.
Lne
Está bien visible en Covadonga. En realidad es la salida del arroyo de Las Mestas que se sume en la gruta de Vega de Orandi, unos 300 metros más arriba, yendo a reaparecer bajo la Santa Cueva, -donde se visita a la Virgen de Covadonga, patrona de todos los asturianos-, para precipitarse en el “pozón”. Tras ella y un poco más adentro, por un tanto resbaladizo caminín (sobre todo cuando hay mucha agua y por ser sitio muy húmedo), está la fuente de los siete caños donde, según cuenta la tradición, quien bebe de todos ellos, se casa en un año.
Ana Paz Paredes
La ruta que lleva hasta la misma, de unos tres kilómetros, es sencilla y comparte trazado con el Camino Primitivo a Santiago por lo que es habitual, y más en estas fechas, coincidir con peregrinos. Eso sí, señalar que, en algunos tramos la lluvia caída dejó sin tierra la caleya y sobresalen las piedras. Tiene tramos de subida pero no entrañan dificultad. Está señalizada en la plaza de La Campa, de donde sale. El entorno donde se ubica la cascada, y todo el paseo, es una belleza.
A. P. P.
A ella se puede llegar por carretera, dejando el coche una vez pasado Vilela de Arriba. Un poco más allá hay, a la izquierda, un camino y una pista que indica la dirección hacia la Pena do Encanto, escrita en una laja de pizarra, material tradicional en el occidente asturiano. La pista, fácil de caminar, es de unos tres kilómetros sin desniveles. Allí la llaman la Pena Veya.
Turismo de Asturias.
Se sale del pueblo de Piantón en dirección a los pueblos de Samagán para luego girar a otra carretera a Penzol dejándose el coche donde las viejas escuelas de Vilarín. El sendero, difícil de encontrar de primeras (existía una flecha en el asfalto señalando la dirección), sale a la derecha bajándose por un tramo pindio y abrupto hacia las cascadas. Hay una cuerda para que la gente se ayude. La ruta es de grado intermedio.
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La ruta del agua, en Taramundi, es todo un espectáculo en sí. La ruta se inicia en el margen derecho de la carretera que lleva a Esquios desde Mazonovo. El camino de subida, unos 20 minutos, es sencillo. En verano no suele tener mucha agua siendo un buen indicador el caudal del arroyo, que nos puede hacer imaginar si arriba la caída es normal o bien inapreciable.
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Se encuentra en la carretera del desfiladero de Los Beyos (Ponga), en la zona conocida como Puente Vidosa. Allí mismo hay, además, un centro de multiaventura en la naturaleza. En verano la caída del agua es mucho menos visible que en el deshielo, pero sin duda causa sensación por su altura. En algunos de sus tramos forma pozas y saltos. Vierte sus aguas en el emblemático río Sella.
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La dificultad de esta ruta no está en el recorrido en si sino en su falta de señalización a través del mismo, además de haber partes con maleza y que quitan visibilidad. Es cierto que en el pueblo del mismo nombre hay un indicador que pone “a las cascadas” pero, una vez dentro, resulta difícil orientarse. La única forma, tal vez, es ir acompañado por alguna persona del lugar que sepa llegar pues están cerca del pueblo. No más de un kilómetro. El río Mazo, afluente del Porcía, forma en su viaje al mar tres caídas de agua en diferente altura.
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Se llega a ella tras dejar atrás el pueblo de Paramo, en Teverga, en dirección al puerto Ventana. Casi arriba, donde existe un amplio aparcamiento, ya está indicada la ruta que cruza por el impresionante hayedo de Montegrande hasta llegar a la primera cascada. Al final aunque hay algún pequeño argayo en la caleya de acceso, se pasa con cuidado.
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Ruta circular se inicia en el área recreativa de Villamayor (Piloña) para seguir hasta la ubicación del chorrón y, quienes quieran, volver sobre sus pasos o terminar toda la ruta que es de unos 12 kilómetros. A 2,5 kilómetros de Villamayor está el área recreativa del chorrón. Allí, en un puente, hay una bifurcación que indica la ruta a la cascada. Hay quienes optan por subir hasta el pueblo abandonado de La Cueva.
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También llamadas de Guanga, cuentan con varias rutas de acceso de distinto grado de dificultad. La más asequible es la que sale de la parte baja de Perlavia. Más o menos hay una hora de recorrido en bajada por el bosque que lleva al pie de la peña Castiello y continúa el descenso a las cascadas. Hay quien va desde San Andrés de Trubia en empinado sendero que parte de la carretera que sube a Castañeo del Monte.
Turismo de Asturias
El entorno del mazo de Meredo, en Vegadeo, es idílico. Tanto por el mazo y el molino que allí se levantan, como por el área recreativa que allí existe, en medio del bosque, así como por la cascada del río Suarón y las pequeñas pozas que se forman en el entorno. Se puede llegar en coche hasta la zona del aparcamiento, en la carretera, o bien caminando haciendo la ruta que parte de Piantón, de unos 8 o nueve kilómetros.
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Es una de las que tienen el acceso más fácil a pie de cascada. Se llega hasta ella desde las indicaciones que, de la ruta, hay en el pueblo de Murias. Apenas dos kilómetros de sendero ancho y fácil con el único problema de que tiene tres tramos con bastante inclinación por lo que, tanto para subir, como para bajar aún más por el tema de las rodillas, hay que tomarlo con calma. Hay bancos en el recorrido para descansar.
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El encanto de este lugar es, no sólo la caída del agua desde lo alto, sino en el conjunto en sí, pues cae suavemente el reigueiro de La Pasada El Suco por el exterior de la cueva del mismo nombre, a cuyo interior se puede acceder sin problema alguno. Se llega tras dejar atrás el pueblo de Busmente. Al inicio de la ruta, apenas 500 metros, hay un hermoso molino restaurado con información sobre el mismo.
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Ver noticias guardadasSe inicia en el pueblo de Tarna, donde está bien señalizada. Esta señalizado en todo momento siendo una ruta circular. Aunque baja con poco caudal su singularidad radica en la gran altura de la caída del agua y el hermoso hayedo que la rodea. Es un total unos 10 kilómetros. El recorrido es Tarna-Llanu del Toro-La Campona-Tarna.