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Más diversión, ¡imposible!

El Antiguo Instituto recibe a los amantes del cine de serie B con un nuevo ciclo de proyecciones: "Nos reímos mucho"

Sobre estas líneas, el público abarrota la sala de las proyecciones. En el círculo, Jesús Parrado posa junto al cartel de esta edición. | M. León

El cine de bajo presupuesto también tiene sus adeptos. "Peor… ¡Imposible!" regresó ayer al Antiguo Instituto con una sesión vespertina de hasta tres proyecciones, que finalizó bien entrada la noche. El público disfrutó con la primera jornada de películas en un ciclo que, este año, se centra en las imitaciones y plagios "baratos" de las grandes producciones del cine de aventuras y ciencia ficción.

Por la izquierda, Leandro Sampedro, Juan Ramón Fernández, Santiago Ferreira y María Rendueles. M. L.

"Te ríes mucho, es un plan muy simpático para venir con amigos", comenta Pablo Molina, un gijonés que asiste a la sesión inaugural de la cita. Lo hace junto a su hermano Sergio Molina y su amigo Sergio Pampliega. Para ninguno de ellos es su primera vez en este ciclo de cine, que conocen desde hace varios años, y al que tienen pensado acudir "dos o tres días" este año, como dice Sergio Molina. "Recuperan películas que son muy difíciles de encontrar en internet o en las plataformas de streaming, es un cine olvidado", destaca Pampliega. Este grupo tampoco ha necesitado echar un vistazo al programa de esta edición ni ponerse de acuerdo para decidir qué título ver, saben que "con todas vamos a reírnos y pasar un buen rato".

Más diversión, ¡imposible!

Juan Pablo Gayo y María José Vera acuden en pareja para disfrutar de la primera de las cintas del ciclo, "Star Clash". Gayo cree que "Peor… ¡Imposible!" es una gran propuesta y una forma de "reírte un rato viendo películas nada conocidas". "Ofrece una perspectiva del cine diferente, graciosa o macarra, pero que no tiene nada que envidiar en diversión a las grandes producciones", asegura Vera. Aunque las películas proyectadas en este evento aspiran a ser serias y lograr el mismo éxito que las cintas más comerciales, su bajo presupuesto provoca momentos simpáticos en la pantalla y carcajadas en las butacas. "Se nota que los actores son peores y están peor dirigidos en estas cintas respecto a las que llegan a las salas de cine, pero es algo que tiene su encanto", añade Vera. Por su parte, Gayo indica que acudirán a varias proyecciones, a los títulos que más han llamado su atención dentro del programa, aunque reconoce que "no se podía faltar al primer día".

"Lo mejor de este cine y esta sala es la experiencia de pasar un rato de risas con más gente, viendo estas películas solo en casa no se disfrutan", comenta Alejo Mikel Izarzugaza, que acude en compañía de Sergio Fernández. Hace varios años que estos gijoneses no asisten al ciclo, y reconocen no haber echado un vistazo a las propuestas de este verano: "Venimos a ciegas, a ver qué nos encontramos, la organización selecciona buenas películas para reírnos", dice Fernández.

Desde la dirección de "Peor… ¡Imposible!", Jesús Parrado agradece al público la respuesta que cada año brinda a la iniciativa, que ya alcanza la vigésimo tercera edición este verano. "Las películas que proyectamos están enraizadas en la cultura popular, están muy bien escogidas, con elementos que resultan bizarros", señala Parrado, que añade que este ciclo ofrece "una forma diferente de entender el cine".

Este ciclo de proyecciones cinematográficas se ha convertido ya en un clásico del final del verano gijonés. Una cita que, a diferencia de otros eventos nacionales similares, es gratuita, y en la que, para el público asistente, lo imposible es no repetir.

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