Es básico, versátil y va camino de convertirse en la prenda de la temporada de otoño. El nuevo vestido de rayas de Zara es una de esas prendas por las que apuesta la firma y que se agota en pocos días.

Se trata de un vestido de cuello redondo y manda corta. Parece un vestido más, pero tiene dos detalles: una solapa de gran tamaño que provoca un "efecto capucha" y dos bolsillo delanteros de plastrón. Este tipo de prendas resultan muy versátiles para entretiempo pues se puede combinar con botas, playeros o sandalias e ir agregando capas por encima a tenor del frío que haya. También se les puede sacar provecho en invierno con medias y camiseta interior.

El vestido forma, disponible en tallas S, M y L, es de un tono crema con las rayas en azul marino. Tiene un precio de 35,95.

La petición de Zara a sus clientes: así hay que devolver la ropa a partir de ahora

Zara evoluciona hacia un nuevo concepto de tiendas. La marca aporta el 70% de los ingresos del grupo Inditex. Debido a su éxito, la multinacional gallega sigue viento en popa con la estrategia de abrir tiendas 'flagship'. Es decir, establecimientos insignia. Todas ellas cumplen con un fin: tienen más espacio de almacén para responder a la alta demanda de las compras por internet. Por tanto, hay menos ropa a la vista. Además, ahora Zara pide a los clientes que tengan un papel activo en el proceso de compra: tienen que devolver las prendas que se prueban en la percha, tal y como la han cogido. Atrás ha quedado eso de retornarlas enmarañadas y del revés, así como dejar el vestidor lleno de colgadores.

En las 'flagship' de Barcelona, en concreto en las de paseo de Gracia con Gran Via y plaza Catalunya, los trabajadores intentan cambiar el comportamiento de los clientes. "Al salir, devuelve las prendas colocadas en sus perchas, por favor", repetía un dependiente este jueves por la tarde a cada una de las personas que atendía y daba paso en la cola. Lo hacía en el idioma que fuese necesario, ya que en estos dos establecimientos hay más turistas que gente local.