Galletas de calabaza de la abuela: la sencilla receta con el ingrediente de moda
Conquistarás el paladar de grandes y pequeño
Las galletas de calabaza son el tentempié ideal si tienes hambre después de comer, porque son sin duda nutritivas, sanas, saciantes y deliciosas. De hecho, su textura supercrujiente puede satisfacer cualquier paladar, por no hablar de su impresionante sabor.
Sin duda, también son perfectas para un aperitivo casero con amigos, y verás que es un éxito, porque nadie ha probado nunca un bocado tan sabroso. Por otro lado, si decides llevarlos a la mesa, puedes acompañarlos de tus salsas favoritas, lo que hará la comida más sabrosa e interesante, ya que le estarás dando un buen toque de sabor.
Además, son tan ligeras que puedes derrochar en ellas, lo que facilita la vida a quienes están a dieta y quieren mantenerse en forma. Por último, son perfectas para las personas con intolerancia al gluten, ya que no contienen gluten. Su preparación tampoco plantea ningún problema, al contrario, la sencillez y rapidez del proceso probablemente le sorprenderán.
La receta de galletas de calabaza sin harina, mantequilla ni aceite: una receta fácil y rápida
Ingredientes
- 270 g de puré de calabaza
- 250 g de harina de garbanzos
- 50 g de semillas de sésamo (opcional)
- 2 cucharaditas de orégano
- 1 cucharadita de sal
Preparación
En primer lugar, hervir la calabaza con piel, retirar la pulpa, aplastarla con un tenedor hasta obtener un puré y colocarla en un bol.
Añadir el orégano y la sal y mezclar bien con una cuchara. A continuación, añadir la harina de garbanzos y remover rápidamente.
Amasar con las manos para absorber la harina hasta obtener una masa suave y lisa, y dejar reposar a temperatura ambiente durante 20 minutos.
Transcurrido este tiempo, extender la masa con las manos sobre una hoja de papel sulfurizado, espolvorear con 2 cucharadas de semillas de sésamo, cubrir con otra hoja de papel sulfurizado y estirar finamente con un rodillo.
A continuación, retire el papel sulfurizado y corte las galletas con un cuchillo.
Por último, colocar las galletas en dos bandejas de horno untadas con aceite, pincharlas con las púas de un tenedor e introducirlas en el horno a 200°C durante 20 minutos.