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Enfermera y coordinadora de enfermería en el ámbito educativo de avilés

Marta I. Villamil Díaz: “Esta pandemia ha logrado que enfermeras y docentes trabajen juntos y muy bien”

Marta Villamil, en su centro de salud. Mara Villamuza

Marta Isabel Villamil Díaz (Lauredal, El Franco, abril de 1967) es diplomada en Enfermería por la Universidad de Oviedo, experta en Nutrición y Dietética por la UNED y también en tratamiento de heridas. Villamil, de espíritu inquieto, también colabora con la Facultad de Enfermería de Oviedo. Su currículo es extenso: trabajó como enfermera en diversos ámbitos asistenciales, de hospitalización a urgencias de atención primaria, salud mental, atención continuada en zonas de montaña... En 1997 obtuvo su plaza por oposición en el centro de salud de Cudillero. Durante estos años compaginó su trabajo asistencial con labores en la Junta directiva de la Seapa ( Sociedad de Enfermería familiar y Comunitaria de Asturias), de la que fue presidenta. Colaboró también en la redacción del Plan de Salud para Asturias 2019-2030 y a día de hoy es la coordinadora de enfermería comunitaria en el ámbito educativo del área sanitaria avilesina.

El cargo de coordinadora de enfermería en el ámbito escolar ha surgido en Asturias a raíz de la crisis sanitaria.

Este curso escolar es muy diferente por la situación de pandemia que nos ha tocado vivir. La apertura en Asturias de los centros escolares con las mayores garantías de seguridad y como espacios de convivencia imprescindibles para el desarrollo de las personas supuso una intensa colaboración entre las consejerías de Educación y de Salud. Se elaboraron unos protocolos muy exhaustivos de prevención, higiene y promoción de salud y el Sespa (Servicio de Salud) creó una estructura de enfermeras comunitarias para dar apoyo a los centros educativos, con una coordinadora por área sanitaria. Es decir, cada centro escolar cuenta con una enfermera comunitaria referente en el centro de salud más próximo y con una coordinadora a nivel de área con las que puede contactar a través de teléfono específico para educación, en horario lectivo. Tardes y fin de semana siempre hay un gestor en la Consejería de Salud.

¿En qué se basa su trabajo?

Nuestro trabajo se basa en dos aspectos: colaborar con los centros educativos para que sus planes de contingencia sean lo más adecuados para la prevención personal de la infección, la limitación de contactos y para que cuenten con medidas de higiene, ventilación y limpieza buenas. También tratamos de facilitar una gestión rápida y adecuada ante la sospecha de un caso dentro del aula o su confirmación posterior. Si un alumno muestra síntomas dentro del aula hay un profesor "responsable covid" que lo acompañará a un aula especial y se pondrá en contacto con la enfermera y con la familia, en caso de ser menor. Juntos valoran y, según los protocolos, deciden la actuación inmediata, incluyendo desde la petición de PCR o si es necesario la asistencia urgente. Además, desde Salud Pública nos comunican cada día los casos confirmados, hacemos un rastreo de contactos estrechos en el ámbito educativo y recomendamos las cuarentenas necesarias para la contención de la infección. Se revisa caso a caso, con el protocolo como base, pero de forma personalizada.

En números: la última comunicación oficial registraba 15 incidencias en centros educativos solo de Avilés. ¿Estas cifras están dentro de lo previsible?

Hay 76 centros educativos en el área avilesina, algunos con gran número de alumnos y docentes: aunque lo ideal sería cero incidencias, esto es irreal; así que se podría decir que la situación no es mala. Los niños o educadores son parte de la comunidad y, por tanto, no pueden ser ajenos al aumento del número de casos que todos conocemos que tiene Asturias, pero en su gran mayoría el origen de la infección es comunitario, no adquirido en el ámbito escolar. Los centros educativos son muy seguros: los educadores están haciendo una labor increíble y los niños nos están dando una lección de adaptación y responsabilidad sorprendente. Cuando hablo con ellos para preguntarles si han estado en contacto estrecho con alguien y me cuentan como llevan "siempre" la mascarilla, algunos doble, y se alejan de sus amigos para comer el bocadillo o no lo llevan para no tocar la mascarilla, me emocionan.

"Me emociona cuando algún escolar me cuenta que, como prevención frente al covid, se aleja de sus amigos para comer el bocadillo"

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Se ha dicho que los niños son los “valientes” de esta pandemia. ¿Lo ve así?

Desde luego, su capacidad de adaptación y su comportamiento están siendo ejemplares, nos dan lecciones cada día. Para las familias también es complicado conciliar en estas condiciones en las que en cualquier momento tienen que estar disponibles para recoger a los niños y llevarlos a casa, mantener un aislamiento a veces imposible por las condiciones sociales o de vivienda, o realizar cuarentenas domiciliarias cuando menos se espera . La respuesta está siendo muy buena, con gran comprensión y colaboración. Mi humilde reconocimiento desde aquí es para todos ellos.

Muchos padres tienen dudas: ¿cuándo se debe hacer PCR y guardar cuarentena ante un caso positivo en un aula?Lo que hay que tener claro es la diferencia entre caso sospechoso, caso confirmado y contacto estrecho; en cada uno la actuación y el momento de hacer PCR es distinto. Es sospechoso cuando...

Cuando un alumno o trabajador presenta síntomas de infección respiratoria aguda, de aparición repentina y cualquier gravedad, sensación de falta de aire, tos, fiebre, falta de olfato o gusto, dolor de garganta, dolor de cabeza, dolor muscular, dolor torácico o diarrea. No tienen que ocurrir todos a la vez. Se realiza PCR lo antes posible o test de antígenos en los 5 primeros días de síntomas. En este caso se recomienda aislamiento hasta tener un resultado negativo y, en caso de los alumnos, después de 3 días sin síntomas pueden volver al colegio.

¿Cuándo el caso es confirmado?

En una persona con PCR positiva, puede ser asintomática o padecer alguno de los síntomas anteriores, o test de AG positivo o una IGM positiva en análisis de sangre si tiene síntomas. Esa persona tendrá que estar como mínimo 10 días en aislamiento domiciliario y si los tres últimos días no tiene síntomas, se puede incorporar al cole o al trabajo. En este caso no se precisa PCR al final del aislamiento.

¿Y quién es contacto estrecho en un aula con hasta veinte alumnos?

La persona que ha estado en contacto con un caso confirmado durante más de 15 minutos, a menos de 2 metros y sin mascarilla. Todo ello, dos días antes de la confirmación. Se consideran contacto estrecho los convivientes y todos los alumnos más el tutor de un GCE (grupo de convivencia estable) hasta 4º de Primaria siempre; en cursos superiores se valora. En los contactos no estrechos la recomendación es vigilancia activa de síntomas. Se realiza PCR al décimo día, ya que hacerla antes no garantiza que no se vaya a contagiar a nadie.

¿Es una demanda realista pedir que se contraten enfermeras en cada colegio dada la escasez que hay de este personal sanitario en los centros de salud y hospitales?

Es verdad, hay escasez de enfermeras y el covid es una enfermedad que precisa muchos cuidados, que es lo que hacemos las enfermeras: cuidar. Pero no solo en el hospital, en la UCI o en el Centro de Salud, sino que las enfermeras comunitarias cuidamos en la comunidad; es decir, en el colegio, en el barrio, en el pueblo... Siempre hemos contado con esa competencia pero muchas veces lo sanitario asistencial ha podido con lo comunitario. Si algo tiene de bueno esta pandemia es que las enfermeras de los centros de salud y los docentes de centros educativos han conseguido trabajar juntos de una manera admirable, se han acercado y complementado muy bien.

"La situación actual en Asturias es demasiado dura como para pararse a explicarle lo evidente a un negacionista de la pandemia"

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¿Qué puede hacer una enfermera escolar que no puede realizar un profesor?

Una valoración clínica más precisa, una atención en una urgencia... Los docentes no tienen que ser sanitarios ni los sanitarios tienen que ser docentes, se trata de compartir competencias, habilidades, conocimientos y apoyos. El covid nos ha mostrado cómo el abordaje de la salud debe ser transversal.

¿En Asturias, las clases comenzaron de forma segura aquel 22 de septiembre?

De forma segura y muy pendientes de las medidas. Al inicio nadie tenía experiencia sobre cómo abordar una pandemia en el ámbito escolar, ni docentes, ni padres, ni alumnos, ni sanitarios, por eso se trabajó muy concienzudamente. Aun así, se mejora cada día, y se aportan soluciones prácticas, por ejemplo ampliando espacios para aulas, mejorando la ventilación, cambiando las horas de entradas y salidas de los distintos niveles educativos para que haya más distancia, enseñando a los alumnos a realizar comprobaciones de medidas en su propia clase o autobús. En cada centro existe una Comisión de Salud, ahora covid, donde hay un representante de cada sector.

¿Qué le parecen los planes de contingencia de los centros educativos del área de Avilés?

–Es impresionante el trabajo extra realizado por los claustros. Fue pensar, diseñar, contabilizar metros, alumnos, puertas, horarios, redactarlo, contarlo a las familias y explicarlo a los alumnos. Hay alguno que es digno de publicarse. Las enfermeras referentes de los centros de salud me lo transmiten cada día y sus aportaciones también han sido muy valoradas.

¿Sería útil hacer pruebas masivas, por ejemplo, tras el próximo periodo vacacional coincidiendo con navidades?

Salud Pública irá dictando normas según la situación epidemiológica de Asturias en ese momento. El análisis es continuo y según cambia, las medidas y protocolos se modifican. Nosotros, desde el servicio de salud, los aplicaremos inmediatamente.

Las enfermeras sois el motor del sistema sanitario y se os ha llamado heroínas muchas veces en los últimos meses. ¿El reconocimiento de la administración es acorde a vuestro trabajo?

Creo que nunca nos sentimos cómodos con esos apelativos grandilocuentes: realizamos nuestro trabajo lo mejor que podemos porque somos profesionales, y en esta pandemia se ha visto la talla de nuestra competencia. Solo pedimos medios adecuados, materiales y humanos, para llevar nuestro trabajo a cabo. Además de protección personal y condiciones laborales dignas. El reconocimiento social está bien y se agradece, por ejemplo el último Premio Princesa de Asturias. Pero la valoración pasa por contar con enfermeras en la toma de decisiones con puestos directivos en los servicios centrales del SESPA, por el reconocimiento de la categoría de especialista y la implantación en el sistema más allá de pedirnos ayuda cuando la situación se pone difícil.

PRC, atención sanitaria en residencias, atención y cuidados a pacientes crónicos, ayuda para dejar de fumar... ¿Pueden con más?

Efectivamente, nos hemos ido adaptando con gran esfuerzo e implicación, cada vez con más responsabilidades y sin quejas, ya que la situación lo exigía, conscientes de la mejora en la atención que supone para los usuarios. A eso se suma ahora el teléfono de Educación y la responsabilidad del apoyo en la revisión de los planes de contingencia o seguimiento de casos. Realmente creo que no se nos puede sobrecargar más si lo que se pretende es una atención de calidad en Atención Primaria, ya que se sigue realizando atención domiciliaria y en consulta, como siempre, más las nuevas tareas impuestas por la pandemia, como realizar PCR o los estudios de seroprevalencia para conocer el las tasas de inmunidad frente a covid. Otro ejemplo lo tenemos en las campañas vacunales actuales y aquellas que puedan venir: el mayor trabajo recaerá sobre las enfermeras y en gran medida también el éxito de las mismas.

¿Cómo cree que se podrían optimizar los recursos?

Tenemos muchas competencias que, como hemos demostrado, facilitarían realizar una atención más ágil en los centros de salud con una gestión de la demanda enfermera adecuada. Hay modelos implantados hace tiempo en otras comunidades que, unidos a protocolos de actuación consensuados, nos permitirían resolver por nosotras mismas las necesidades de los pacientes, asumiendo funciones que llevamos años reivindicando como enfermeras. Eso sería optimizar los recursos.El 2020 es el Año Internacional de la Enfermería y la matrona. Y ha llegado este nuevo coronavirus.

Más allá de los aplausos, ¿qué esperan de los asturianos como sociedad, como pacientes?

Sinceramente, algo que parece muy básico: que conozcan a su enfermera de familia. A las enfermeras les pediría que se presenten ante sus pacientes con su nombre, apellido y categoría profesional. El coronavirus ha sido y es horrible, pero ha permitido un contacto directo con muchas personas que en otras circunstancias no hubiesen hablado con su enfermera del centro de salud o de hospitalización.

¿Algo que decir a los llamados “negacionistas”?

Creo que la situación actual en Asturias, desgraciadamente, desmonta cualquier teoría negacionista. Es demasiado dura y dolorosa como para pararse a explicar lo evidente.

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